Mario Conde disfruta desde el pasado viernes de la libertad. El juzgado de guardia en la Audiencia Nacional acordó en representación del que conduce la instrucción, dirigido por Santiago Pedraz, una serie de medidas cautelares obligatorias para el exbanquero para eludir la prisión mientras se desarrolla la investigación. Una de ellas ha tomado forma este lunes: Conde ha entregado su pasaporte en la Audiencia Nacional, tal y como acordó la Justicia en el auto de excarcelación.
El principal imputado en esta Operación Fénix, en la que se investiga también a su hija Alejandra y a su abogado, ha permanecido esta vez en el centro penitenciario de Soto del Real desde el pasado 13 de abril hasta el 18 de junio, es decir, poco más de dos meses. El juez Pedraz le atribuye alzamiento de bienes, blanqueo de capitales, ocho delitos contra la Hacienda Pública y organización criminal. Además de la prohibición de salir de España, le ha impuesto la obligación de fijar un domicilio y señalar persona de contacto para las notificaciones y un número de teléfono de disponibilidad permanente.
La mística respuesta de Conde
Conde no ha atendido a los medios de comunicación en dependencias judiciales, ha preferido la red social Facebook para dirigirse a sus seguidores. En la única referencia a la investigación propiamente dicha, el hombre de negocios ha asegurado que "ninguno de los euros que han sido traídos para ser invertidos en empresas españolas procede, ni directa ni indirectamente, de Banesto". Es su respuesta a la tesis del juez, según la cual habría repatriado 13 de los 26 millones que saqueó del Banesto durante su etapa como presidente y por los que ya fue condenado en la Audiencia Nacional.
En la misma publicación en Facebook, subida algo más de una hora después de su salida de prisión, denuncia una conspiración contra su persona: "Pocas dudas caben de que se trata de una actuación coordinada basada en una consigna". Algo que no le preocupa, porque "la verdad es la que es". "Soy consciente de que a la tribu de la carroña le dará igual. Quienes viven de mentir y difamar sienten alergia por la verdad, porque destroza sus platos de lentejas", expresa Conde en alusión a la prensa. Finalmente, da las gracias "a la carroña y a la noche, porque nos ayudan a valorar la luz y la dignidad".
El último tramo de la misiva adquiere un tono místico muy propio de Mario Conde: "He aprendido muchas cosas en mi vida pero una es rotunda: si quieres saber quiénes son tus amigos, arruínate. Si deseas saber quién te ama, ingresa en prisión". En los mismos términos, dice que camina "hacia el otoño existencial" y deja entrever que abandonará España cuando concluya la instrucción de este caso y sus posibles consecuencias: "Cuando todo termine me iré". Concluye con una cita de Luis Vives de 1523: "Todo es cerrazón y noche".