La vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, ha enviado un mensaje nítido a la Generalidad con el cese de la delegada del Gobierno en Cataluña, Llanos de Luna, y el nombramiento de Enric Millo como sustituto. La ya exdelegada se había convertido en la "bestia negra" del separatismo por sus gestiones y denuncias judiciales sobre las ilegalidades del proceso separatista. Ella advirtió a la Generalidad de que el 9-N no se podía llevar a cabo y de la Delegación del Gobierno partieron centenares de denuncias contra ayuntamientos separatistas.
El señalamiento de los separatistas se tradujo en frecuentes concentraciones frente a la Delegación del Gobierno y en un hostigamiento mediático con pocos precedentes.
Su sustituto es Enric Millo, nombrado este viernes por el Consejo de Ministros nuevo delegado del Gobierno en Cataluña. Esta misma mañana, Millo había renunciado a su acta de diputado autonómico después de casi dos décadas en la cámara regional.
En la actualidad ostentaba los cargos de vicesecretario de Acción Política del PP Catalán, presidente de los populares en Girona y portavoz en el Parlament. A él se le atribuye el descubrimiento de Andrea Levy y el traslado de la joven diputada autonómica a Madrid como vicesecretaria del PP nacional.
De Unió al PP
Millo comenzó de diputado de CiU por la cuota de Unió en 1995. Tras ser descartado en 2003 como cabeza de lista por Gerona, se afilió al PP, que ejecutaba un giro catalanista de la mano de Josep Piqué. En el tránsito, se ofreció a ERC según la versión del exdirigente republicano Joan Puigcercós. Según Millo, fue ERC quien le tanteó tras abandonar Unió.
Sea como fuere, Enric Millo será a partir de ahora el encargado de gestionar y engrasar las relaciones entre el Gobierno y el Ejecutivo de Carles Puigdemont, en una nueva etapa en la que Soraya Sáenz de Santamaría no tendrá las interferencias de García-Margallo.