
Los cachorros de la CUP, Arran, subieron a su cuenta de Twitter un vídeo en el que muestran, orgullosos, cómo llenaron de pintura amarilla la fachada de la vivienda familiar del juez Pablo Llarena en San Cugat del Vallés (Barcelona).
Al vídeo lo acompañaba el siguiente texto: "El pueblo manda, Arran obedece. Ocho meses después, por petición popular y con una resolución de la instrucción judicial que prevé sentencias desmesuradas, lo hemos vuelto a hacer: señalemos al juez Llarena como un símbolo del Régimen del 78". Remataba con el hashtag "EstripemLaBaralla", o sea, "Rompemos la baraja", un lema muy utilizado en los ambientes juveniles comunistas –"O jugamos todos o rompemos la baraja"–.
Por ello, numerosos usuarios de la citada red social han reclamado a la delegación de Twitter en España que eliminen la cuenta de Arran, una vez que confiesan el delito.
La cuenta de Arran confiesa el delito en la casa de Llarena. ¿No debería ser eliminada por @TwitterEspana ?
— Jara (@jaralezo) 14 de noviembre de 2018
¿reportamos?https://t.co/5OcctY0ELS
Denunciado a @TwitterEspana ,pero no les ocurrirá nada.
— Isabel Bravo 🇪🇸 (@Sabelabravo) 14 de noviembre de 2018
Hay que perder unos minutos y denunciar la cuenta en las opciones que da twiter.
— oxigeno66 🏴 (@oxigeno661) 15 de noviembre de 2018
Aunque viendo el doble rasero que gasta esta RED social no creo que sirva de mucho.
Hasta ahora, Twitter España ni se ha pronunciado ni ha cerrado la cuenta de los cachorros de la CUP. El criterio de la empresa para con Arran dista mucho del que han tenido con el usuario @Absolutexe o con el periodista Hermann Tertsch, por mostrar sus opiniones políticas, o con la economista María Blanco, a quien le suspendieron la cuenta por decir que no iba a cambiar un examen en un día de huelga.