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El ex alto cargo de PDVSA que apareció muerto tras declarar en el caso Morodo escondía 38.760€ en billetes en su casa

Según el sumario del caso, al que ha accedido LD, Juan Carlos Márquez guardaba el dinero en una caja fuerte, una mesilla, un armero y entre la ropa.

Según el sumario del caso, al que ha accedido LD, Juan Carlos Márquez guardaba el dinero en una caja fuerte, una mesilla, un armero y entre la ropa.
El exdirectivo de PDVSA, Juan Carlos Márquez. | Cordon Press

El exalto cargo de la empresa estatal venezolana Petróleos de Venezuela SA PDVSA que apareció muerto tras declarar en el caso Morodo, Juan Carlos Márquez, escondía 38.760 euros en billetes en su casa de La Moraleja en Madrid. En la causa se investiga al que fuera embajador de España en Venezuela entre 2004 y 2007, Raúl Morodo, y su círculo familiar por recibir más de 4,5 millones de euros entre 2011 y 2015 procedentes de PDVSA.

Según el sumario del caso, al que ha tenido acceso Libertad Digital, el ex alto cargo chavista de la empresa pública de Petróleos de Venezuela guardaba el dinero en una caja fuerte, en una mesilla de noche, un armero y entre la ropa de su domicilio. Juan Carlos Márquez fue detenido el 18 de julio de 2019, en el aeropuerto de Madrid-Barajas tras aterrizar en un avión procedente de Estados Unidos.

El exdirectivo de PDVSA declaró al día siguiente ante el titular del Juzgado Central de Instrucción nº 1 de la Audiencia Nacional, Santiago Pedraz. El magistrado decidió dejarle en libertad con cargos y dos días después aparecía ahorcado con su cinturón en su oficina con restos de sangre en el pecho y en la cabeza.

El registro de su domicilio de La Moraleja en el que se encontraba su exmujer, Ana Karina Ulloa, también investigada en la causa, tuvo lugar dos meses antes de su detención y posterior fallecimiento, el 20 de mayo. Dicha actuación fue llevada a cabo por agentes de la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal (UDEF).

Según el acta manuscrita de entrada y registro firmada por agentes de la UDEF, "comienza el registro por la planta baja, sin encontrarse nada reseñable en sus diversas estancias excepto cantidades sueltas de dinero en diferentes prendas de ropa, que se cuenta a la espera de determinar si procede su intervención". Concretamente, 32 billetes de 20 euros, 19 billetes de 10 euros, 3 billetes de 50 euros y 17 billetes de 5 euros.

"Encontrados en la mesilla de noche de la habitación 1, en la planta 1ª, ocupada habitualmente por Ana Karina Ulloa y Juan Carlos Márquez Cabrera, según manifiesta la detenida se encuentran los billetes que se reseñan seguidamente: 18 billetes de 50 euros, 6 billetes de 100 euros, 1 billete de 5 euros, 4 billetes de 20 euros y 6 billetes de 10 euros".

"Se registra la planta sótano, encontrándose en ella una caja fuerte y un armero que abre voluntariamente la propia Ana Korina Ulloa, hallándose en su interior la suma de dinero que después de detallará". En la caja fuerte, los agentes localizan 100 billetes de 20 euros y 180 billetes de 50 euros. Por último, en el armero la Policía encuentra 501 billetes de 50 euros.

Durante el registro, la UDEF intervino también teléfonos móviles, ordenados, tablet y diversa documentación relevante para la causa. Entre dicha documentación, información bancaria relativa a movimientos y depósitos de fondos en la entidad Total Bank (City National Bank of Florida), 7 contratos privados de préstamos firmados por el también investigado Carlos Prada y Juan Carlos Márquez, contratos de arrendamiento y compraventa, así como diversos protocolos notariales y apoderamientos.

Una pieza "clave" del caso Morodo

El Juzgado de Instrucción nº 41 de Madrid que inició la investigación de la causa encontró evidencias que relacionaban a Raúl Morodo y su hijo, Alejo Morodo, con los venezolanos Juan Carlos Márquez y Carlos Prada, en lo relativo a "la recepción de fondos no justificados desde PDVSA y la utilización de mecanismos similares para intentar dotarlos de apariencia legal y desvincularlos de su origen presumiblemente ilícito".

Según la Fiscalía Anticorrupción, "en los 'contratos simulados' firmados, respectivamente, entre las mercantiles Aequitas y Furnival (propiedad de Alejo Morodo) con PDVSA, fue el querellado Juan Carlos Márquez quién, asumiendo el cargo de secretario de Entes Corporativos de PDVSA, actuó en nombre de la empresa venezolana, siendo también quien en fecha 1 de octubre de 2011 pidió la renovación de dichos contratos".

Asimismo, "se benefició de los fondos que recibió de la petrolera venezolana a través, al menos, de sus empresas Marpra Asesores y Consultores SL y Ahedo Asesores SL, que fueron canalizando mediante la utilización de distintas sociedades instrumentales y cuentas bancarias abiertas en diversas entidades bancarias españolas, lo que les permitió su afloramiento mediante la adquisición, fundamentalmente, de numerosos bienes inmuebles y fondos de inversión".

La misteriosa muerte de Márquez

Según consta en el sumario, el domingo 21 de julio de 2019, en horario de tarde, se tiene conocimiento que por parte de la Comisaría Local de Alcobendas—San Sebastián de los Reyes "se ha producido una actuación debido a la aparición del cadáver de Juan Carlos Márquez, aparentemente tratándose de un suicidio".

"Así", añade un informe policial, "el hecho luctuoso habría tenido lugar en las oficinas de Consultora Alcander SL en Alcobendas (Madrid), donde al parecer estaban reunidos por la mañana Juan Carlos Márquez con su socio Carlos Prada. En cierto momento de la mañana, según las manifestaciones realizadas por Carlos Prada a las dotaciones actuantes, éste habría abandonado la empresa quedándose Juan Carlos Márquez en la misma, y citándose para más tarde".

Prada intentó contactar reiteradamente con Márquez, y al no conseguirlo se desplazaba hasta las oficinas, donde no podía acceder porque la puerta estaba bloqueada. "Ante tal circunstancia, y muy alarmado fue él quien procedió a llamar a los servicios de emergencia, al temer que pudiera haber ocurrido algo. Que los primeros actuantes han intentado acceder al lugar, y al conseguirlo han podido evidenciar que era el propio cuerpo sin vida de Juan Carlos Márquez el que impedía la entrada".

Una vez dentro, iniciaban las maniobras de reanimación hasta la llegada de los servicios sanitarios, los cuales solamente podían confirmar el fallecimiento de Juan Carlos Márquez. Entre las pertenencias halladas en el lugar del suceso, se encontraba tanto una nota de suicidio dejada por el propio Juan Carlos Márquez, así como su teléfono móvil, que en la actualidad es analizado en busca de pistas para esclarecer la muerte.

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