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La Generalidad rectifica parcialmente el disparate de las "regiones" sanitarias que bloquea Barcelona

Solicitará al Ministerio de Sanidad que unifique las áreas en el entorno de la capital catalana que la propia administración autonómica separó.

La consejería de Salud propondrá el próximo lunes al ministerio de Sanidad que revoque la división sanitaria elaborada por la propia Generalidad tras las presiones de los alcaldes del área metropolitana de Barcelona. Las autoridades autonómicas se han jactado durante toda la emergencia sanitaria de que ello son quienes mejor conocen Cataluña y que era a ellos a quienes correspondía decidir qué zonas podían pasar de fase y cuales no. De tal manera que fracturaron Cataluña en nueve "regiones" sanitarias que según ellos encajaban mejor que la división provincial: Bajo Ebro, Campo de Tarragona, Lérida, Alto Pirineo, Gerona, Cataluña central, zona metropolitana sur, zona metropolitana norte y Barcelona.

Sin embargo no repararon en que Barcelona y sus área metropolitana, sea norte o sur, forman un continuo urbano en el que es complicado a veces saber si se está en el término municipal de la capital catalana, en Hospitalet o en Santa Coloma de Gramanet. Además, la red de transportes públicos contribuye a difuminar aún más las teóricas fronteras.

La desescalada por fases y "regiones" sanitarias ha tenido el efecto indeseado de aislar Barcelona de las ciudades que la rodean, de modo que los ciudadanos de Hospitalet tienen prohibido en teoría desplazarse a Barcelona salvo que sea por motivos de trabajo o sanitarios. Ese veto implica que en algunos casos no pueden ni siquiera cruzar la calle para comprar el periódico o entrar en una estación de Metro.

Subyace de fondo la visión nacionalista de Cataluña, que se niega a aceptar la división provincial y la existencia de una Barcelona metropolitana que agrupa al sesenta por ciento de la población residente en la región. El objetivo de la fragmentación sanitaria era el de reducir el peso de Barcelona en el conjunto del territorio, pero la maniobra se ha vuelto en contra de quienes la han promovido.

La Generalidad trata ahora de atribuir el fallo al Estado y al tiempo que asegura que tiene que pedir permiso para unificar lo que sus altos cargos separaron decide que las comarcas del Garraf o del Penedés vayan al margen de su "región" sanitaria, la metropolitana sur, y pasen a la fase 2 mientras localidades próximas permanecen en la 1.

Por otra parte, la Generalidad impedirá el pase de fase en Lérida por un repunte en el número de contagios. Según los datos de la administración autonómica, cuando comenzó la desescalada en Lérida había una proporción de 12.1 casos por cien mil habitantes. La tasa actual les de 42,7 casos por cien mil habitantes.

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