Josu Ternera vive con unos misioneros en París y prepara una película y un libro sobre su vida

El que fuera jefe de los pistoleros de ETA durante uno de los periodos más sangrientos de la organización terrorista, José Antonio Urrutikoetxea Josu Ternera, ha contado este miércoles ante el Tribunal Correccional de París (Francia) que está preparando un libro y una película biográficos mientras vive, en libertad bajo control judicial, en una residencia de religiosos misioneros en el centro de la capital francesa.

A preguntas de la presidenta del tribunal, que lo juzgaba por su presunta pertenencia a ETA entre 2011 y 2013, Ternera ha explicado que la Congregación del Espíritu Santo que le aloja en su sede del distrito V de la capital francesa tiene unas reglas "muy estrictas". En concreto, ha lamentado que no puede recibir a su familia en el edificio de esta "comunidad religiosa", donde cada residente vive en su "celda", aunque comparten las comidas.

Interrogado sobre sus planes de futuro, ha subrayado que le gustaría compartir la vida con su familia "y si es posible en el País Vasco". También ha explicado que trabaja tanto en un libro como en una película sobre su vida, en los que hablará de sus "experiencias del pasado". "Espero –ha dicho– que puedan servir para la justicia transicional" –el método utilizado en países donde ha habido conflictos para dar por cerrado el pasado–.

A su parecer, esas experiencias pueden servir "para evitar que se caiga en una repetición" de lo ocurrido en el País Vasco en cuanto al uso del terrorismo se refiere y "pueden servir para la resolución de otros conflictos", y él quiere "aportar (su) granito de arena".

Después de haber pasado 14 meses en prisión provisional tras su arresto en los Alpes franceses en mayo de 2019 –llevaba entonces más de 17 años seguidos fugados de las Fuerzas de Seguridad y la justicia–, se encuentra desde julio de 2020 en libertad condicional y tiene que llevar un brazalete electrónico.

Josu Ternera, que tiene 70 años, y que ordenó importantes matanzas de ETA como las de las casas-cuartel de Zaragoza o Vic (Barcelona) cuando dirigía a los asesinos de la organización terrorista, está tramitando una solicitud para poder recibir una pensión por los periodos de trabajo en los que cotizó tanto en Francia como en España, donde fue empleado del Banco de Vizcaya.

El próximo 1 de septiembre se conocerá la sentencia del juicio terminado este miércoles, en que la Fiscalía ha solicitado para él una pena de cinco años de cárcel y la expulsión definitiva de Francia. El 13 y 14 de septiembre se sentará de nuevo en el banquillo del Tribunal Correccional de París por otra causa por su implicación en la organización terrorista desde que huyó de España en 2002 hasta 2005.