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Las votaciones sobre Ucrania en el Congreso evidencian otra vez la división dentro del Gobierno

PSOE y Podemos votaron lo opuesto en seis de ocho votaciones. El PSOE se opuso a incluir en los presupuestos una partida de ayuda a Ucrania.

Pedro Sánchez y Yolanda Díaz | Europa Press

La guerra de Ucrania ha sido desde el principio un problema para el Gobierno de Pedro Sánchez. Más allá de la retórica política, dando un apoyo cerrado al Ejecutivo de Kiev tras la invasión rusa, la realidad es que al Palacio de La Moncloa le ha costado horrores pasar de las palabras a los hechos. Fue uno de los últimos países de la OTAN y la UE en comenzar a enviar apoyo militar a Ucrania y también en aumentar la apuesta con armamento pesado.

El gran problema que tiene es que una de las patas de la coalición gubernamental, la de Podemos, se ha mostrado desde un principio reacia a apoyar a Ucrania. No en vano, en toda Europa está siendo complicado para los partidos comunistas, históricamente muy apegados al Kremlín, no ponerse del lado ruso en su agresión unilateral a Ucrania. Algo similar pasa con otros apoyos parlamentarios del Gobierno, como es el caso de ERC, EH Bildu, Compromis o Más País.

Es por ello que España es uno de los países aliados que menor apoyo financiero y militar está dando a Ucrania, según la última actualización, del pasado mes de agosto, del Ukraine Support Tracker, el observatorio de monitoriza de la ayuda a Ucrania que envían los países occidentales y que está elaborando el Kiel Institute for the World Economy, un think tank alemán y que está considerado como uno de los 50 más influyentes del mundo.

La última demostración de este conflicto interno que sufre el Gobierno de Pedro Sánchez se ha visto esta semana en el Congreso de los Diputados. El PP llevó al pleno de la Cámara la votación de una moción consecuencia de interpelación urgente de ocho puntos. Y cada punto de la misma se votó por separado. Los parlamentarios de PSOE y Podemos votaron cosas opuestas en seis de las ocho, coincidiendo únicamente en dos.

En lo único que coincidieron fue en vetar la existencia de una partida específica de ayuda militar a Ucrania en los presupuestos generales del Estado y en garantizar que las cuentas públicas alcancen un 2 por ciento de inversión en Defensa, un compromiso adquirido por España en la cumbre de la OTAN de Cardif de 2014 y ratificado en la de Madrid del pasado junio. Dos puntos en los que el PSOE no solo se separa de Podemos sino también del resto de sus socios de extrema izquierda.

En lo que sí hubo división de opiniones entre los dos partidos del Gobierno fue en la condena a la invasión de Ucrania por parte de Rusia, en la petición de comparecencia para que el Gobierno explique las consecuencias de la guerra de Vladimir Putin o en que se aumente de forma importante el envío de armamento pesado, además de garantizar su regularidad, para que el Ejército ucraniano puede defender a su país de la agresión rusa.

También en acelerar la firma con Estados Unidos de la modificación del Tratado que permita ampliar la utilización de la base de Rota (Cádiz), incluir dentro de los objetivos de la presidencia española de la Unión Europea la adaptación de la normativa comunitaria a la realidad de Ucrania para acelerar su incorporación a la UE, y reiterar el apoyo a las Fuerzas Armadas españolas que se encuentran prestando servicio en el este de Europa.

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