Estado Islámico fue un problema de terrorismo global durante varios años. Sus yihadistas tuvieron bajo su control una extensa parte de los territorios soberanos de Irak y Siria, donde crearon su propio califato, regido por la interpretación más estricta del islam. Su proyecto de terror consiguió cautivar a muchos islamistas europeos y de otros puntos del planeta, que viajaron hasta allí para unirse al proyecto de los terroristas.
España fue uno de los países europeos desde el que menos yihadistas se trasladaron a tierras del califato. El último dato existente, del año 2019, poco después del desplome del propio califato, cifraba en 240 españoles o extranjeros residentes en nuestro país se unieron al proyecto islamista. La gran mayoría de los varones, según los propios datos del Gobierno, murieron en combate, pero no así algunas de las mujeres que se trasladaron solas o en compañía de los yihadistas.
Muchas de estas mujeres españolas y europeas, junto a niños menores de edad, han quedado en un limbo jurídico recluidas en campos de refugiados en el norte de Siria (Al Hol y Al Roj). Tienen derecho a ser repatriadas a sus países de origen, pero sus propios países han venido mirando para otro lado por el problema de seguridad que supondrían. Mientras, sus gobiernos han regado con dinero a las organizaciones humanitarias que controlan dichos campos.
Este año 2022, después de casi un lustro, los primeros países han empezado a repatriar a las mujeres islamistas que se encuentran en esos campos junto a las fronteras de Turquía e Irak. Lo han hecho países como Alemania, Dinamarca, Bélgica, Suecia, Finlandia, Holanda, Rusia o Estados Unidos. Y precisamente, con el apoyo logístico de Washington, han llegado a territorio nacional el primer grupo de repatriados españoles.
Este lunes por la noche un avión estadounidense dejó en la base aérea de Torrejón de Ardoz, en Madrid, al primer grupo de repatriados españoles. Se trata de dos mujeres, Luna Fernández y Yolanda Martínez, y un grupo de 12 menores de edad. Estos menores, de entre 3 y 15 años, son los hijos naturales de las dos españolas e hijos adoptados por ellas en el campo de refugiados Al Roj, cuyas padres y madres yihadistas también han fallecido.
Ambas mujeres tienen órdenes de búsqueda y captura internacional emitidas por la Audiencia Nacional y, según han confirmado fuentes policiales, se encuentran en estos momentos bajo custodia policial a la espera de que este miércoles tengan que ser llevadas al tribunal de justicia. Serán los jueces los que decidan si ingresan en prisión por haber formado parte de un grupo terrorista o si compran su argumento de que fueron engañadas por sus maridos.
La gran incógnita es qué va a pasar con los menores. Niños de buena parte de ellos fue adoctrinado en el sistema educativo montado por Estado Islámico en los territorios que controlaba, que tienen asimilado la doctrina más estricta del islam, alguno de ellos habrán cogido ya un arma por primera vez, y que van a ser cuidados o bien por sus madres en prisión o por sus abuelos teniendo a sus madres en prisión, con el rencor social que les podría provocar esa situación.