Marlaska se ahorra 147 euros por cada guardia civil precarizado: los pone de jefe sin subirles la graduación

La Guardia Civil se ha cansado de una práctica que, por mucho que se haya convertido en habitual, se suma a una serie de golpes del Gobierno a la Benemérita que han provocado una pérdida generalizada del poder adquisitivo de los agentes. Se trata de la designación de guardias como comandantes de puesto, sin ser sargentos ni tenientes. Y es que, gracias a eso, el Ministerio de Fernando Grande-Marlaska se ahorra, al menos 147 euros por guardia. El motivo es que con esa práctica paga a los agentes un complemento de 260 euros mientras que si se trata de un sargento paga 407,62 euros y si son tenientes paga 541,12 euros.

La asociación mayoritaria de la Guardia Civil (JUCIL) ha decidido abrir una batalla con el Ministerio del Interior de Fernando Grande-Marlaska por un abuso que se ha convertido en habitual y que supone "una vulneración de un principio laboral básico como que a mismo trabajo, mismo sueldo", señalan desde JUCIL.

"Se trata de una problemática actual existente en el desarrollo de la O.G sobre las compañías y puestos territoriales de la Guardia Civil" y sobre la que JUCIL ha reclamado ante "la Administración que, de una vez por todas, se realice una orden general que defina con claridad la estructura de las Compañías y Puestos territoriales, con una definición clara de los cometidos propios de cada figura que la integran, sin usurpación de cometidos o funciones entre las distintas escalas, que se definan con claridad los órganos de gestión y no se haga como hasta ahora un cajón de sastre, en las que cualquier empleo (desde guardia civil, hasta los tenientes adjuntos) no seamos chicos para todo", aclara la asociación.

JUCIL ha defendido, de este modo, "la necesidad de desarrollar la estructura de las Compañías y Puestos conforme a las necesidades operativas en el tiempo actual, ya que en la actual estructura se crearon los núcleos operativos en sustitución de las anteriores líneas, sin órgano propio de gestión, dependiendo los mismos directamente de las compañías territoriales, en los cuales, y como consecuencia de la escasez de recursos principalmente humanos en los puestos que los componen, resulta muy difícil cubrir con suficientes patrullas la demarcación de los mismos en todas las franjas horarias".

Por ello, JUCIL ha pedido "la unificación de los componentes de cada núcleo operativo a la hora de nombrar el servicio mensual, formando grupos de un mínimo de 35 efectivos, para poder así establecer el sistema de turnos y optimizar en todos los horarios los servicios de prevención (número de patrullas) y atención al ciudadano, mejorándose así tanto la atención al ciudadano, como la conciliación familiar de los componentes de las unidades afectadas".

Pero la reclamación de JUCIL va más allá. Y llega al problema del destino de guardias base como comandantes de puesto con un complemento salarial claramente inferior al que perciben miembros de mayor graduación cuando desarrollan el mismo trabajo. "Hemos pedido desarrollar y fomentar las funciones del personal conforme a su escala de pertenencia, sin invasión de las funciones y cometidos fijados en cada escala y empleo de superior jerarquía. La Asociación propone que ningún guardia o cabo desarrolle funciones de comandante de puesto (excepto en el caso de los cabos que por resolución ostenten el desempeño del citado cometido o la Segunda Jefatura del puesto)", señala JUCIL.

También reclaman que, "en ningún caso, un guardia civil ejerza de comandante de puesto de forma interina o accidental y por los mismos motivos y forma, ningún suboficial desarrolle cometidos inherentes al mando de compañía (escala de oficiales) y ningún oficial (teniente o capitán) desempeñe cometidos de jefe de comandancia o servicio". Porque "en los citados casos se debe comisionar personal con la cualificación adecuada entre tanto persistan los motivos causantes de la necesidad", explica JUCIL.

Las exigencias de la asociación añaden que se debe evitar "con la debida regulación, la creación de nuevas figuras, que sin ningún fundamento jurídico se crean para solucionar supuestas necesidades del servicio o circunstancias particulares generalmente sin necesidad o fundamento real en cada comandancia, como es la figura del coordinador de servicio, incidencias o como cada cual quiera llamarlo, que lo único que ha traído es un grave perjuicio profesional a los empleos de suboficial, cabos 1º y cabos". Porque esta figura de reciente implantación en algunas comandancias está sirviendo para que ejerzan "funciones y cometidos propios del mando operativo de las compañías, ya que se hacen cargo de funciones de mando, organización y coordinación inherentes a los jefes de compañía y oficiales adjuntos, abarcando sus funciones la totalidad de la demarcación territorial de una compañía, sin ninguna retribución o reconocimiento en su hoja de servicios y, en el caso de los comandantes de puesto, teniendo que abandonar sus funciones durante el desempeño de los cometidos de coordinación".

En resumen, se trata de evitar la precarización laboral que tanto denuncia este Gobierno como supuesta práctica del resto de empresarios y que, a la vista de lo mencionado, lo lleva a cabo de forma generalizada, cuando menos, en la Guardia Civil.