Una mujer se ha precipitado esta mañana con su hija pequeña desde la ventana de un quinto piso de la Avenida de Los Telares de Avilés, según han confirmado fuentes policiales. Las dos se encuentran ingresadas en el hospital, una en estado grave y otra en estado crítico. Tras conocer lo sucedido, la abuela materna de la niña -que reside en el mismo edificio- también ha intentado quitarse la vida cortándose las venas. Sin embargo, las primeras informaciones apuntan a que los cortes no habrían lo suficientemente profundos, por lo que su vida no corre peligro.
De acuerdo con la información publicada por El Comercio, la mujer había interpuesto varias denuncias por violencia de género contra su expareja. Sin embargo, la Justicia acababa de archivar todas las causas, devolviéndole el régimen de visitas, lo que la habría llevado a querer tirarse por la ventana con su hija. No en vano, según las fuentes citadas por la prensa local, la mujer llevaba días intentando evitar que el padre de la niña pudiera llevársela estas vacaciones de Semana Santa.
Los hechos habrían tenido lugar alrededor de las 10 horas, cuando unos trabajadores que estaban cargando mercancía en la avenida de Los Telares escucharon los gritos de una niña de corta edad. "¡Mamá, no me tires!", aseguran que suplicaba la pequeña. Sin embargo, sus súplicas fueron en vano. Instantes después, amabas cayeron al vacío.
El caso de la pequeña Olivia
Aunque El Comecio asegura que la menor tiene siete años, la agencia Europa Press rebaja su edad a cuatro. Sea como fuere, la noticia ha conmocionado a Asturias, donde hoy todos recuerdan el trágico suceso que el pasado mes de octubre acabó con la vida de la pequeña Olivia en Gijón.
La menor fue hallada muerta en el piso donde residía con su madre, justo después de que su padre hubiera obtenido la custodia tras cinco años de lucha en los juzgados. Precisamente este martes ha trascendido el informe forense que confirma que la pequeña murió a causa de una sobredosis de lorazepam -presuntamente suministrada por su madre- de casi más del triple de lo necesario para acabar con la vida de un adulto.