La última exigencia de los proetarras pasa por un protocolo que limite las devoluciones en caliente en la Valla de Melilla. No se trata de un planteamiento nuevo para Bildu. Pero las fechas electorales se acercan, la necesidad del PSOE de mantener los acuerdos con los proetarras crece y los Bildu no han desaprovechado para dejar constancia de su exigencia: un mecanismo, revestido de protocolo de actuación de la Guardia Civil, que impida en la práctica las devoluciones en caliente de los inmigrantes que saltan la Valla.
El encargado de deslizar en el Congreso, pero de forma oficial y con registro en la Mesa de la Cámara Baja, la petición ha sido el diputado Jon Iñarritu, del Grupo Parlamentario Euskal Herria Bildu. Él ha realizado la siguiente exigencia de información oficial al Gobierno de Pedro Sánchez: "¿Existe algún protocolo en las actuaciones policiales en el vallado de Ceuta y Melilla para la aplicación en de la sentencia del Tribunal Constitucional 172/2020, de 19 de noviembre, según la cual las "expulsiones en frontera" son conforme a derecho, siempre y cuando se apliquen tres requisitos: la aplicación a las entradas individualizadas, el pleno control judicial y el cumplimiento de las obligaciones internacionales en materia de asilo y de Derechos Humanos?"
La pregunta está redactada con toda la intención, porque Bildu, efectivamente, quiere un protocolo claro y cerrado que determine que la Guardia Civil sólo pueda devolver en caliente a los inmigrantes que hayan saltado la Valla si se cumplen esas tres exigencias:
1- Aplicación a las entradas de forma individualizada.
2- Siempre con pleno control judicial.
3- Y con garantías de pleno cumplimiento de las obligaciones internacionales en materia de asilo y de Derechos Humanos.
¿Y eso que significaría en la práctica? Pues la paralización de la devolución en caliente al tener que dilatar los plazos e informar de todo a la Justicia y potenciales defensas de las asociaciones y ONG. No se trata de la única presión que está recibiendo en estos momentos el PSOE. ERC negocia ya con el partido en el Gobierno una reforma del sistema de control fronterizo con un objetivo similar pero centrada en acabar con lo que los separatistas denominan como enfoque "heteronormativo". Su finalidad es dar entrada masiva a los inmigrantes "oprimidos" por su "clase". Es decir, básicamente a todos, porque resulta raro ver cruzar una frontera ilegalmente a gente con elevada capacidad económica.
ERC también ha presentado su plan en el Congreso. Un plan para avanzar hacia las puertas abiertas en materia de inmigración. "El 23 de septiembre de 2020 se publicaba la propuesta del Pacto de Migración y Asilo por parte de la Comisión Europea, que recoge cinco iniciativas legislativas con las que se pretende diseñar un nuevo marco de política migratoria común", dice ERC.
"Aunque dicho Pacto se presentaba como un nuevo comienzo, en realidad, refuerza un sistema que lleva años fracasando, con terribles consecuencias que ponen en grave riesgo la vida y seguridad de las personas migrantes y refugiadas", afirma ERC. La Comisión Europea, "una vez más, propone medidas con una finalidad disuasoria, refuerza las vallas y eleva los muros, en lugar de ofrecer un nuevo enfoque para facilitar que las personas migrantes y refugiadas puedan llegar a un lugar seguro", explican los separatistas que quieren inventarse, mientras, unas fronteras catalanas. "Las consecuencias de estos mecanismos ponen en grave riesgo la vida y seguridad de las personas migrantes y refugiadas y desconocen el principio de protección internacional, como señalan numerosos análisis realizados por organizaciones sociales europeas y españolas", aseguran.
Los separatistas afirman que "ante las gravísimas consecuencias que puede tener la aprobación de este Pacto, tal y como está diseñado, el Estado español debe jugar un papel clave en las negociaciones que se están dando en el marco de la Unión Europea con el fin de impulsar las modificaciones necesarias para implementar una política migratoria europea que se asiente sobre el pleno respeto de los derechos humanos". Y, por ello desde ERC exigen al Gobierno de Sánchez "adoptar un papel activo en las negociaciones del Pacto para reorientar las propuestas y hacerlas coherentes con los derechos humanos. Las políticas migratorias y de asilo españolas tienen que cumplir con las obligaciones de derechos humanos y corregir aquellas cuestiones que son contrarias a ellos".