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Resuelven el misterio de los huesos de Mazaricos: son de dos hombres que han sido asesinados

El crimen de Javier Iglesias Otero ya está "atribuido y cerrado". Su autor es Pandolo, un peligroso delincuente de la zona.

El crimen de Javier Iglesias Otero ya está "atribuido y cerrado". Su autor es Pandolo, un peligroso delincuente de la zona.
Los agentes encontraron sangre en casa de Iglesias, tras su desaparición. | CAPTURA DE VIDEO

Las pruebas de ADN han confirmado lo que sospechaban los investigadores de la Guardia Civil. Los huesos humanos hallados en el paraje de Gosolfre, en el municipio coruñés de Mazaricos, pertenecen a dos víctimas distintas (dos hombres que habrían sido asesinados). Se trata de Antonio Tuñas Vieites y Javier Iglesias Otero, desaparecidos el 15 de diciembre de 2022 y el 5 de mayo de 2023, respectivamente.

Los dos crímenes "los ha cometido Pandolo", aseguran fuentes policiales a Libertad Digital. El crimen de Iglesias ya está "atribuido y cerrado", nos aseguran. Y el de Tuñas, "prácticamente". "Faltan por llegar unos informes pero ya está a punto de cerrarse también". Es el resultado de una ardua investigación de la Guardia Civil, que siempre tuvo en el punto de mira a José Manuel Martínez Quintáns.

"Todo apuntaba a que era él", añaden. El presunto asesino, conocido como ‘Pandolo’, es un conocido delincuente de la zona que se encuentra en la cárcel pero que disfrutaba de permisos penitenciarios en el momento en el que se produjeron ambas desapariciones. "Es de los que no le cuesta sacar el arma y disparar", nos señalaron fuentes cercanas a estos casos a mediados de diciembre.

Tres hallazgos de huesos

La Guardia Civil acababa de encontrar entonces los restos de la mandíbula y el húmero de una persona a unos 400 metros del lugar donde quince días antes habían hallado cuatro bolsas con huesos humanos y una quinta con prendas de ropa, y muy cerca de donde localizaron un cráneo -que presentaba signos de haber recibido un fuerte golpe en la cabeza- en el mes de octubre.

Los tres hallazgos de restos óseos se produjeron en un radio de 500 metros. El ADN confirmó que el cráneo pertenecía a Antonio, de 72 años. Pero los investigadores tenían claro que los huesos hallados el 29 de noviembre eran de otra persona. "Tenemos pruebas suficientes para pensarlo", nos dijeron. Según pudimos saber, la familia del septuagenario también creía así.

Un amigo, la segunda víctima

Entre otras cosas, porque los allegados de Antonio no recocían como suyo el chándal que había en una de las bolsas. Ellos aseguraban que él nunca usaba ese tipo de prendas. Los investigadores pusieron el foco en la desaparición de Javier Iglesias Otero, un vecino de Cullerredo -de 50 años- al que se perdió la pista el pasado 5 de mayo.

Durante las pesquisas, descubrieron que en su casa había restos de sangre y otros indicios que apuntaban a una muerte violenta. La Guardia Civil siempre ha sospechado que ‘Pandolo’ tenía relación con este caso. "Supuestamente eran amigos", nos indicaron. Pero algo se debió torcer.

La relación con ‘Pandolo’

Según hemos sabido, Iglesias y ‘Pandolo’ tenían en común su relación con el mundo de las drogas. Algo que a los dos les había causado problemas con la justicia en varias ocasiones. Ahora, gracias a las pruebas genéticas, se ha podido confirmar el varón desaparecido el 5 de mayo de 2023 es la segunda víctima. Y los agentes han logrado reunir todas las pruebas necesarias para demostrar que su amigo es en realidad su asesino.

En el caso del asesinato de Antonio, era conocido que ‘Pandolo’ y él eran vecinos, y que estaban poco avenidos. Habían tenidos varias disputas en el pasado y en la última -que se habría producido tan sólo unos días antes de su desaparición- habría estado implicada también la madre del peligroso delincuente. Cuando se le perdió la pista y se halló su coche, encontraron colillas de cigarro en su interior, cuando no fumaba ni permitía que nadie lo hiciera en su vehículo.

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