La crisis de Vox Baleares ha sacudido esta semana a la formación que preside Santiago Abascal en uno de los momentos más complicados para el partido. La ruptura en las islas no ha sido más que la gota que ha colmado el vaso en una formación que arrastra,.desde hace tiempo, una crisis interna que no termina de cerrarse.
El 2024 comenzó para los de Abascal con malas noticias. Durante el ultimo año, habían perdido más de 30.000 afiliados. La caída llegaba tras dejarse 19 escaños en las generales del 23-J y en plena salida de rostros conocidos como Iván Espinosa de los Monteros. El pasado fin de semana, Abascal revalidó mandato con el reto de recomponer Vox pero tan solo unas horas después, su formación estallaba en Baleares.
Cinco de sus siete diputados se declaraban en rebeldía echando del grupo parlamentario a los dos oficialistas. Madrid respondía anunciando la expulsión de los cinco díscolos del partido.
La crisis de Vox hacía saltar las alarmas a nivel nacional cuando una de las dirigentes oficialistas, Patricia de las Heras, líder de Vox en Baleares, advertía al PP de que "si pactaban con los cinco diputados rebeldes, habrá consecuencias". Unas palabras que matizan desde la dirección nacional de Vox que descartan romper, por ahora, ningún tipo de acuerdo de gobernabilidad con el PP.
En estos momentos, el PP gobierna con Vox en cinco comunidades autónomas (Castilla y León, Comunidad Valenciana, Extremadura, Murcia y Aragón) . Además, apoyaron en Baleares al Ejecutivo de Marga Prohens para frenar a la izquierda en las islas.
En declaraciones a los medios, Prohens ha asegurado esta semana que la gobernabilidad "no se verá afectada" por la crisis interna de Vox. Y en Génova están convencidos de que los problemas de la formación de Abascal tampoco se van a trasladar a los Ejecutivos de las otras comunidades en las que gobiernan de forma conjunta. Tampoco en los casi 140 ayuntamientos que la derecha tiene un pacto, como es el caso, por ejemplo, de Valladolid, Toledo o Huelva.
Abascal vs Feijóo
A estas desavenencias se suma que Santiago Abascal ha aprovechado muchas de sus últimas apariciones públicas para atacar al líder del PP. Fue el caso, por ejemplo, del Pleno sobre la Ley de Amnistía que tuvo lugar el pasado martes en el Congreso.
"Ejercen la oposición a tiempo parcial, que media jornada está contra el golpe y media jornada está tendiendo la mano a quienes dan el golpe", dijo dirigiéndose al PP.
Fuentes del PP aseguran que estas circunstancias no afectarán a sus pactos. "Continuamos trabajando en los Gobiernos ajenos a cualquier problema interno de otro partido", sentencian. "No vamos a entrar a valorar crisis internas, que cada formación solucione sus problemas", añaden desde el PP.
Además, recuerdan que en Baleares, y en la mayoría de las comunidades que gobiernan de forma conjunta, los presupuestos fueron aprobados a finales del año pasado lo que les da "mucho margen de maniobra".
La polémica del Senado
Pero las diferencias no acaban ahí. Además de las crisis internas y de los ataques en público, otra de las cuestiones que afectan a Partido Popular y a Vox en las últimas semanas es la referida al futuro paso de la Ley de Amnistía por el Senado.
En el caso de que la norma llegue a la Cámara Alta en las próximas semanas (proceso que se ha dilatado por el no de los separatistas el pasado martes en el Congreso), los de Abascal amenazan con denunciar al PP si la tramita.
Esta semana se ha conocido que el presidente del Senado del Partido Popular, Pedro Rollán, ha solicitado un informe a los letrados para que analicen las consecuencias que tendría no admitir a trámite la ley de amnistía cuando llegue a la Cámara Alta, tal y como pide Vox. Con la petición de este informe, el PP quiere "demostrar" a Vox la imposibilidad de seguir ese camino.
El plan de los populares es tramitar la ley de la amnistía y alargar su debate durante dos meses con peticiones de informes y comparecencias que evidencien la debilidad del Gobierno.
En el PP además recuerdan que si cuando llegue al Senado no tramitan la norma "en 20 días volvería al Congreso para ser aprobada" y consideran que no sería legal paralizarlo. A la espera del informe, esta cuestión también genera diferencias entre PP y Vox. Eso sí, tanto desde un partido como desde otro descartan que esta cuestión pueda tener consecuencias en sus Ejecutivos.