El jefe de la oficina de Carles Puigdemont como expresidente de la Generalidad, Josep Lluís Alay, ha sufrido un ictus, según ha informado el propio Puigdemont a través de las redes sociales. Alay "se recupera de una intervención de urgencia a raíz de una hemorragia cerebral consecuencia de un aneurisma sucedido la semana pasada", ha escrito Puigdemont en su cuenta de la red social X.
En @josepalay, director de la meva oficina, es recupera d'una intervenció d'urgència arran d'una hemorràgia cerebral conseqüència d'un aneurisme esdevingut la setmana passada. La reacció a temps i l'extraordinària feina dels professionals sanitaris fan que la recuperació sigui…
— krls.eth / Carles Puigdemont (@KRLS) February 5, 2024
El expresidente autonómico ha señalado también que "la reacción a tiempo y el extraordinario trabajo de los profesionales sanitarios hacen que la recuperación sea muy buena, pero aún quedan semanas de incertidumbre que le mantendrán de baja por una temporada. Agradece profundamente las muestras de afecto que le llegan y que por razones obvias de momento no puede corresponder de manera personal".
Alay es uno de los imputados en el sumario que instruye el juez Joaquín Aguirre sobre los contactos entre el independentismo y turbios personajes del entorno de Putin y de la mafia rusa. Así, el titular del juzgado de instrucción número 1 de Barcelona atribuye a Alay un papel clave en las conexiones del separatismo con la Rusia de Putin.
Recusación del juez
El abogado de Alay, Gonzalo Boye, pidió la semana pasada que se apartara al juez Aguirre del caso por haber concedido una entrevista a la televisión pública alemana para hablar sobre las conexiones rusas con el independentismo a fin de contribuir a la desestabilización de la Unión Europea.
Uno de los objetivos de Alay en sus viajes a Rusia era establecer los contactos necesarios para montar un servicio de inteligencia catalán
Según las conversaciones intervenidas por la Guardia Civil, tanto Boye como Alay estaban obsesionados con los temas de inteligencia y seguridad. Boye, por ejemplo, se expresó en los siguientes términos ante Alay: "Las cosas tienen un orden lógico: primero seguridad, luego inteligencia. Para la seguridad, necesitamos generar unos 450.000 euros al año y sobre esa base construir la inteligencia. La inteligencia la deberías llevar tú (Alay), la seguridad un profesional liberado y pagado por hacerlo con otros 6/8 profesionales en igual situación".