Antonio Tejado fue detenido el pasado viernes en el marco de la operación ABGENA puesta en marcha por la Guardia Civil -hace algo más de cinco meses- contra una organización criminal dedicada a "la comisión de robos con violencia e intimidación en el interior de domicilios", que perpetraba los asaltos a casas de lujo "con moradores en su interior". Un arresto que resultó impactante, dado el carácter mediático del personaje en el pasado y la gravedad de los delitos de los que se le acusa.
Según explican los investigadores, las pesquisas comienzan "a finales del mes de agosto, tras la denuncia interpuesta por una víctima de un robo producido en una vivienda en la comarca del Aljarafe sevillano". No hacen referencia a la casa de María del Monte, pero las fechas y los datos del asalto coinciden. Fue perpetrado "por un grupo de cinco encapuchados" que "accedieron a la vivienda saltando la valla perimetral de una finca de un domicilio unifamiliar, forzando la puerta que daba acceso al interior".
"Una vez dentro, maniataron y amordazaron a algunos de los moradores, mientras eran amenazados de muerte", añaden. Las víctimas terminaron facilitándoles "la combinación de la caja fuerte" y se llevaron diversas joyas y relojes de alto valor económico, dinero en efectivo, así como otros objetos que encontraron por el domicilio". Fueron precisamente algunos de esos efectos robados los que hicieron sospechar a los agentes y a la propia María del Monte que había alguien de su entorno más cercano implicado en los hechos.
Esa persona resultó ser Antonio Tejado, el sobrinísimo. Uno de los que siempre ha estado cerca de la cantante, llegando incluso a trabajar para ella. Aunque hace tiempo que la relación había cambiado. Sus malas compañías y sus adicciones (de las que él mismo ha hablado públicamente), alejaron a personas que en su momento fueron importantes en la vida del ahora detenido. Se le considera el "autor intelectual". Fue el facilitador de la información necesaria para perpetrar el robo: "distribución de la vivienda, rutinas de las víctimas y ubicación de la caja fuerte".
No obstante, la banda respondía a "una organización clásica de estructura piramidal". Todos sus miembros respondían ante una persona: ‘El Ruso’. Un exboxeador que logró alzarse con el título de campeón de España en 2016. Según los expertos en la materia, el joven tenía un futuro prometedor. Así fue hasta que una lesión le desvió de su camino y cambió de objetivo. Un atajo que le llevaría directo a la cárcel. Él es uno de los seis miembros de la organización para los que el juez ha decretado prisión provisional.
Once registros
Los investigadores realizaron el pasado viernes once entradas, en su mayoría simultáneos, en distintos puntos de la provincia de Sevilla (tanto en la capital andaluza como en las localidades de Guillena y Brenes). Entre otros inmuebles, registraron la vivienda de Antonio Tejado y el gimnasio en el que éste habría estrechado su relación con el líder de la banda. Entre los objetos hallados, llama la atención la cantidad de material policial con el que contaba la banda.
Algo que es más propio de las organizaciones que se dedican al tráfico de drogas y perpetran lo que en el argot se conoce como ‘vuelcos’ (robo de droga a otros narcos). Acción para la que es habitual que se disfracen de agentes de la autoridad. Tenían chalecos antibalas, una chaqueta y un polo de Policía Nacional, sirenas para coches, walkie talkies, dos pistolas (una de aire comprimido y otra simulado), armas blancas y un bate de béisbol.
Por otra parte, contaban con un gran número de herramientas y elementos habituales entre los ladrones de viviendas, como extractores de bombines o ganzúas (para acceder a los inmuebles), pasamontañas o balizas (control de movimiento). Los agentes también se incautaron de teléfonos móviles, tarjetas de prepago, material informático, vehículos y unos 30.000 euros en efectivos.
Huelga decir que también se han hallado "objetos de dudosa procedencia" durante los registros. Entre ellos cadenas y pulseras de oro, así como más de treinta relojes de diversas marcas. Queda pendiente "localizar a sus legítimos propietarios", señala la Guardia Civil que continúa trabajando para ver posibles conexiones de la banda con otros robos. Según han informado, llegaron a frustrar uno de alrededor de un millón de euros.