La Guardia Civil investiga la muerte de tres miembros de una misma familia, dos menores de corta edad y un varón adulto, cuyos cadáveres han sido hallados en un cortijo del municipio almeriense de Alboloduy, en la comarca de Los Filabres-Tabernas. Todo apunta a que el padre -de 35 años- ha matado a las niñas y después se ha suicidado. Los investigadores manejan el envenenamiento como la causa más probable de la muerte de las pequeñas.
Según han informado a Libertad Digital fuentes cercanas al caso, la madre de las menores -de 23 años y nacionalidad rumana- fue quien dio la voz de alarma pasadas las 22:30 horas de este domingo. La mujer llamó a la Guardia Civil cuando se dirigía a la vivienda para alertar de que su expareja y sus hijas habían ingerido una sustancia tóxica. Algo que -explicó- le habría dicho el propio padre de las pequeñas.
Cuando los agentes y los servicios médicos llegaron a la vivienda, ya no se pudo hacer nada por salvar sus vidas. De momento, se desconoce el veneno que habrían ingerido el hombre y las pequeñas. Las pesquisas continúan para esclarecer las circunstancias del suceso. Pero el Instituto armado nos ha confirmado que "el varón tenía antecedentes por Viogen y tenía una orden de alejamiento en vigor" hacia la madre.
Antecedentes por malos tratos
La joven denunció al varón (también de nacionalidad rumana) por malos tratos hace aproximadamente dos años. En el momento en el que la mujer interpone la denuncia, estaba embarazada de la segunda de sus hijas. En consecuencia, llegó a tener una orden de alejamiento también hacia las hijas, que tenían 4 y 2 años. En la actualidad, él tenía contacto con las menores. Y, aunque la pareja no convivía desde hace tiempo, residía relativamente cerca.
Según ha explicado a EFE la alcaldesa de Gérgal, Antonia Contreras, inicialmente la familia al completo vivía junto a la estación de tren del pueblo. Pero, tras la separación, la mujer y las niñas se fueron a la pedanía de Las Alcubillas, cuyo territorio está dividido y pertenece a dos municipios (una mitad a Gérgal y la otra a Alboloduy). La residencia de la madre estaba en el segundo de ellos y sería ahí donde sus hijas encontraron la muerte, presuntamente a manos de su padre.