Cándido Conde-Pumpido tiene vía libre para seguir en la presidencia del Tribunal Constitucional más allá de diciembre de 2025. En las últimas elecciones generales del 23 de julio de 2023, el PP consiguió la mayoría absoluta en la Cámara Alta con 144 escaños, sin embargo, para poder quitar la presidencia a Conde-Pumpido en la próxima renovación necesitaría una mayoría de tres quintos y un total de 159 votos.
Fuentes jurídicas consultadas por Libertad Digital afirman que "la composición actual del Senado hace inviable la salida de Conde-Pumpido de la presidencia del TC, a menos que los populares alcanzaran un inesperado e improbable acuerdo con el Partido Socialista. En este sentido, es muy significativos los guiños del propio presidente del Constitucional a los partidos nacionalistas e independentistas que con su apoyo en el Senado le mantendrán en la presidencia del Tribunal de Garantías".
Las mismas fuentes consultadas por LD sostienen que "la única oportunidad de sacar de la presidencia del TC a Conde-Pumpido sólo en diciembre de 2025 podría nacer de una debacle electoral del PSOE de Pedro Sánchez en los próximos comicios autonómicos del País Vasco y Cataluña, así como en las elecciones europeas. Un resultado nefasto para los socialistas les obligaría a hacer movimientos y tomar decisiones drásticas de cara a las próximas elecciones generales".
Recordamos que la próxima renovación del Constitucional tendría lugar en diciembre de 2025 y corresponde elegir a los cuatro magistrados del turno del Senado. Esto supondrá la salida del actual presidente Conde-Pumpido y la magistrada izquierdista María Luisa Balaguer, así como la marcha del conservador Ricardo Enríquez. El otro magistrado conservador Alfredo Montoya dejó el tribunal por enfermedad.
Mientras tanto, tal y como desveló este diario, el Gobierno y Conde-Pumpido exploran ya la "constitucionalidad" de un referéndum de independencia pactado en Cataluña. El presidente del TC ha abierto una nueva vía de comunicación con el Ejecutivo socialista con el objetivo de sacar adelante un referéndum de independencia en Cataluña pactado por el PSOE y sus socios de legislatura Junts y ERC para avalar su supuesta constitucionalidad. Ya se ha pasado la fase de la Ley de amnistía por el golpe del 1-O, y ahora ya está encima de la mesa el referéndum. Cabe destacar que la interposición de recursos contra el citado referéndum terminaría inevitablemente ante el Constitucional.
En este sentido, el presidente catalán Pere Aragonès propuso la semana pasada un referéndum sólo para Cataluña con la pregunta: "¿Quiere que sea un Estado independiente?". Según Aragonès, la "vía óptima" para resolver el conflicto político entre España y Cataluña es celebrar un referéndum de independencia que ampararía el artículo 92 de la Constitución y les permitiría realizarlo "sin ninguna modificación legislativa".
Los celos de Conde-Pumpido con Boye por la amnistía
Por otro lado, el propio Cándido Conde-Pumpido está muy enfadado con el protagonismo que ha tenido el abogado del expresidente catalán fugado Carles Puigdemont, Gonzalo Boye en los últimos meses con la elaboración de la Ley de amnistía del 1-O.
Fuentes del TC aseguran a LD que "el presidente del Constitucional quiere neutralizar la frivolidad de Boye al que considera un jurista de segunda categoría en comparación con él mismo. Quiere ser el único director de orquesta y autor de la Ley de amnistía. Está muy indignado por las diferentes enmiendas que se han presentado por parte de ERC y Junts al primer texto que él visó para luego poder avalarlo en el seno del Tribunal de Garantías cuando se estudie un eventual recurso de inconstitucionalidad presentado por el PP", añaden. Conde-Pumpido se ha lamentado ante sus propios compañeros del TC al considerar que ha perdido el control sobre el texto inicial".