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Begoña Gómez declara por primera vez ante Peinado y culpa a la Complutense: ella actuó "sin ánimo de lucro"

Fuentes jurídicas consultadas por LD afirman que "Begoña Gómez ha declarado durante 35 minutos y sólo ha contestado las preguntas de su abogado".

El juez que investiga a Begoña Gómez, mujer del presidente del Gobierno, le ha tomado declaración como investigada, este miércoles en los Juzgados de Plaza de Castilla, por los dos nuevos delitos que le imputó en relación a la contratación de un software de la cátedra que codirigió en la Universidad Complutense de Madrid (UCM). | EFE

Begoña Gómez ha decidido declarar por primera vez en sede judicial en el marco del procedimiento en el que es investigada por delitos de tráfico de influencias, corrupción en los negocios, apropiación indebida e intrusismo profesional ante el titular del Juzgado de Instrucción nº 41 de Madrid, Juan Carlos Peinado. Gómez se negó a declarar en las otras dos ocasiones en las que fue citada el pasado mes de julio.

Fuentes jurídicas consultadas por Libertad Digital afirman que "Begoña Gómez ha declarado durante 35 minutos y sólo ha contestado las preguntas formuladas por su abogado, el exministro socialista Antonio Camacho. Su letrado le ha formulado más de una treintena de preguntas y ha respondido a todas".

Las mismas fuentes consultadas por LD apuntan que "Begoña Gómez habría afirmado que no había intención de lucro en los hechos investigados relacionados con su cátedra y el software de la Complutense. También ha negado que el Instituto de Empresa (IE) le contratase por su condición de esposa de Pedro Sánchez".

"Ha descargado toda la responsabilidad en la Universidad, la escuela de Gobierno de la UCM y en los Vicerrectores. Ha afirmado que ella cumplió con lo que se le dijo en todo", subrayan.

La esposa del presidente del Gobierno Pedro Sánchez llegaba a los Juzgados de Plaza de Castilla en Madrid a las 9.40 horas en medio de un dispositivo de seguridad algo menor que en anteriores ocasiones. Peinado la citó en esta tercera ocasión para responder sobre los dos nuevos delitos que se le imputa, apropiación indebida e intrusismo profesional, derivados de la Cátedra de Transformación Social Competitiva (TSC) que codirigía y el software de la Universidad Complutense de Madrid que supuestamente puso a su nombre.

Recordamos que ésta es la tercera vez que la esposa de Pedro Sánchez acude ante el juez. En los dos casos anteriores, tanto el 5 como el 19 de julio, el instructor la citó por la denuncia en la que Manos Limpias asegura que Gómez, "prevaliéndose de su estatus personal" como esposa del presidente del Gobierno, habría "recomendado o avalado" a "empresarios que se presentaban a licitaciones públicas".

En aquellas dos ocasiones, Gómez se acogió a su derecho a no declarar. El 5 de julio, alegó que no se le había notificado adecuadamente la querella y que no podía participar en el interrogatorio al desconocer las razones por las que se le investigaban. El día 19, su abogado le recomendó no declarar al haber apreciado falta de garantías en el procedimiento que entonces se dirigía en su contra solo por presuntos delitos de tráfico de influencias y corrupción en los negocios.

En octubre, el juez amplió la investigación en su contra para indagar en la querella que presentó Hazte Oír por presunta apropiación indebida del 'software' de la UCM y por supuesto intrusismo en la elaboración de pliegos de prescripciones técnicas para la contratación del servicio de asistencia y asesoría técnica para crear dicho 'software'.

Por tercera vez, por el garaje

Por autorización de la juez decana de Madrid María Jesús del Barco, Begoña Gómez entraba al edificio judicial a través del garaje. Subía a la planta sexta, donde se encuentra el Juzgado de Instrucción Número 41 de Madrid y accedía por la puerta de la secretaria escoltada por cuatro personas y vestida de traje de chaqueta negra. Los pasillos de dicha planta han contado con seguridad adicional a la habitual y solo se ha permitido la presencia de cuatro agencias de noticias.

Tras constatar que la sala de vistas de la sexta planta estaba ocupada, todas las partes bajaban a otra sala de la tercera planta para celebrar la citada comparecencia.

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