Mónica García: ¿ministra de Sanidad o "activista" de vivienda?

Mientras el sistema sanitario se desmorona bajo el peso de listas de
espera interminables, la falta de médicos y personal, una financiación
insuficiente y mal repartida, una descentralización caótica y un
alarmante aumento de trastornos mentales, la ministra de Sanidad,
Mónica García, parece haber encontrado nuevas prioridades. En lugar de centrarse en los problemas urgentes de la sanidad, ha decidido expandir su campo de acción y sumarse al debate sobre la regulación del mercado de la vivienda. Para justificar las movilizaciones en este ámbito, no dudó en lanzar una afirmación contundente:

"La vivienda es uno de los principales determinantes sociales de la salud. El 38% ha sentido angustia por perder su hogar."

De paso, aprovechó para cargar contra la gestión del PP en las comunidades autónomas, con especial fijación en Madrid y su presidenta, Isabel Díaz Ayuso. Eso sí, como de costumbre, sin aportar ni un solo dato técnico que respalde sus críticas.

El nuevo objetivo de la ministra: Ana Rosa Quintana

Por si fuera poco, Mónica García, ha optado por responder en redes
sociales a la periodista Ana Rosa Quintana, quien cuestionó el papel de la ministra en la manifestación por la vivienda en Madrid. García no tardó en replicar con su ya característico tono condescendiente:

"Querida Ana Rosa: La vivienda es uno de los principales determinantes
sociales de la salud. El 38% ha sentido angustia por perder su hogar. La
mayoría de competencias son de las CCAA, donde el PP bloquea la Ley para regular el mercado. Por eso nos manifestamos en Madrid."

Más allá del paternalismo del "Querida Ana Rosa", lo preocupante aquí es lo de siempre: ¿de dónde ha salido ese 38%? ¿Quién lo ha calculado? ¿Con qué metodología científico-técnica? Preguntas sin respuesta, como de costumbre.

Eso sí, hubiera sido interesante que la periodista le preguntara a la
ministra: ¿Cómo afecta la masculinidad a la ansiedad por la vivienda?
Seguro que Mónica García hubiese respondido también a Ana Rosa con una respuesta creativa como lo hizo el Ministerio de Sanidad que dirige.

Ansiedad, sí, pero con datos serios

Si algo ha demostrado Mónica García en su carrera política es una
preocupante tendencia a convertir cualquier dato en una consigna.
Que la vivienda es un factor relevante para la salud mental es una obviedad. Sin embargo, si una ministra de Sanidad quiere vincular la
ansiedad con la vivienda, debería hacerlo con estudios serios y datos
bien documentados. Pero la ministra prefiere soltar cifras sin explicar
de dónde salen.

El 38% de angustia que menciona García podría ser un dato extraído de
alguna encuesta, pero, sin saber cuál, cómo se ha realizado, en qué
población y con qué metodología, solo queda en un número lanzado al
aire.

La ansiedad es un trastorno bien definido en los manuales diagnósticos
internacionales, como la CIE-11 de la OMS o el DSM-5 de la Asociación
Americana de Psiquiatría, y requiere criterios clínicos claros para su
diagnóstico. No se trata de una emoción transitoria ni de una sensación
subjetiva que pueda medirse a base de encuestas sin rigor.

Si a Mónica García le preocupa la ansiedad de los españoles, debería
hablar con cifras contrastadas. Según el Ministerio de Sanidad (Sanidad en datos - Informe anual del Sistema Nacional de Salud), en 2023, el 34% de los españoles presentaban síntomas de ansiedad, depresión o problemas de sueño. El 27% de la población toma ansiolíticos a diario, cifra que ha crecido un 40% en la última década. Pero, ¿cuántos de ellos tienen ansiedad por la vivienda y cuántos por la precariedad laboral, el deterioro de la sanidad pública o la inflación galopante?

Las ansiedades que Mónica García ignora

Si la ministra está tan preocupada por la ansiedad, podría comenzar por
analizar otros datos que afectan a la salud mental de los españoles y
que, casualmente, se relacionan con su propia gestión o con la del
Gobierno de Sánchez del que forma parte:

• ¿Qué porcentaje de padres de niños con leucemia linfoblástica aguda sufren ansiedad por no poder acceder a un fármaco que el Ministerio de Sanidad no aprueba por razones económicas?
• ¿Cuántos enfermos de ELA y sus familias ven agravado su estado emocional porque llevan meses esperando que se aplique una ley que ya fue aprobada pero que el Gobierno no ejecuta?
• ¿Cuál es el porcentaje de ansiedad de los españoles que ven cómo su salario pierde poder adquisitivo, su carrito de la compra se vacía y sus gastos básicos aumentan mes a mes?
• ¿Cuál es el porcentaje de ansiedad que sufren los propietarios que ven como sus viviendas son ocupadas amparados en las leyes que su partido promueve?

Pero, claro, es más fácil lanzar un eslogan en redes sociales que abordar problemas reales con soluciones concretas.

Es evidente que la vivienda es un problema real, pero no puede ser una
excusa para convertir la sanidad en una plataforma de consignas políticas.

Una ministra de Sanidad debería centrarse en mejorar el sistema sanitario, en reducir las listas de espera, en garantizar el acceso a tratamientos esenciales. Pero parece que eso es menos interesante que soltar cifras sin rigor.

Si de verdad le preocupan la ansiedad y la salud mental de los españoles, Mónica García debería dejar de lado los eslóganes y empezar a hacer su trabajo.