Cataluña prohibirá el uso del móvil en todas las aulas, incluso para fines pedagógicos

El Departamento de Educación de la Generalidad de Cataluña ha anunciado que prohibirá el uso del teléfono móvil en toda la enseñanza obligatoria a partir del próximo curso, una medida que afectará especialmente a la etapa de secundaria, donde hasta ahora podían utilizarse para fines pedagógicos bajo supervisión docente. La restricción incluye también los relojes inteligentes.

La medida forma parte del nuevo Plan de Digitalización Responsable, presentado por la consejera de Educación y Formación Profesional, Esther Niubó, y elaborado con el asesoramiento de una comisión de medio centenar de expertos. En la práctica, esto significa que quedará vetado el uso del móvil incluso con fines educativos, cerrando así la puerta a cualquier excepción.

Durante la presentación del plan, celebrada en el Palau de Pedralbes, Niubó defendió que la iniciativa no va contra la digitalización, sino que busca que esta sea "ética, responsable y saludable". "Sería ridículo negar que vivimos en un mundo digital donde las tecnologías tienen un papel importante", declaró la consejera.

Las tabletas también desaparecen de Infantil

Otra de las medidas destacadas del plan es la eliminación progresiva de las pizarras digitales y las tabletas en Educación Infantil (de 3 a 5 años), aunque se mantendrán suficientes dispositivos para su uso pedagógico en etapas superiores.

Sí se mantendrá la dotación de ordenadores portátiles a los alumnos de sexto de primaria para preparar su paso a la ESO. En quinto, los portátiles se quedarán en el centro a partir del curso 2026-2027. En secundaria, se seguirá entregando un ordenador por alumno, al igual que en Formación Profesional Básica.

Estas decisiones han contado con el respaldo de una amplia mayoría de docentes, según una encuesta del Instituto Catalán de Evaluación de Políticas Públicas (Ivàlua): el 68% de los profesores están a favor de la prohibición total del móvil. Además, entre un 63% y un 66% reconocen que no han usado el móvil para ninguna actividad pedagógica durante este curso.

Apoyo de las familias, críticas sindicales

La medida también ha sido bien recibida por las asociaciones de familias, que llevaban tiempo reclamando este paso. En declaraciones a los periodistas, la presidenta de Adolescència Lliure de Mòbils, Marina Fernández, hizo una valoración positiva de la decisión y aseguró que "se alinea con la voluntad de las familias que, siguiendo las recomendaciones médicas, quieren retrasar la entrega del primer smartphone".

Desde otras entidades como Aixeca el Cap o Fapaes, se insiste en que los dispositivos como los portátiles no deberían salir de los centros escolares, aludiendo a cuestiones de privacidad y protección de datos. También se reclama mayor formación para que tanto alumnos como familias puedan hacer un uso responsable y seguro de las tecnologías.

Por su parte, sindicatos como Ustec Stes o Aspepc Sps han mostrado su acuerdo con el fondo de la medida, pero han lamentado lo que consideran una mala planificación previa en el despliegue de tecnologías en las aulas. "Todo el dinero tirado en pantallas y pizarras digitales en los últimos años", criticó la portavoz de Ustec, Iolanda Segura.

Desde CCOO Educación, su secretario general Eduard Núñez apuntó que ha habido una "incorporación acrítica de la tecnología" y que ahora toca planificar mejor para evitar inversiones innecesarias y garantizar resultados.

Un cambio que ya aplicaban algunos centros

Algunos institutos ya habían aplicado estas restricciones por su cuenta, haciendo uso de la autonomía que les permite la normativa. Es el caso de la Aula Escola Europea, cuya directora, Laia Pemán, explicó que prohibieron el uso de móviles en el aula y en el patio desde que aparecieron estos dispositivos, aunque admite que la presión del entorno y el consumo digital sigue presente: "Es muy difícil que no interfieran en el desarrollo, pero al menos en la escuela no los usan".