La IA deja en ridículo a Pedro Sánchez tras contrastar su discurso: "¿Hipocresía migratoria? La historia enseña"

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha vuelto a dejar huella en las redes sociales. Esta vez, ha sido la IA quien ha contrarrestado su discurso migratorio y ha mostrado la realidad histórica, con una simple pregunta y una sencilla respuesta.

La publicación del Presidente desató una ola de reacciones en redes sociales tras reflexionar sobre el papel histórico de España en la emigración y su actual rol como país receptor de inmigrantes. "España fue durante décadas una tierra de partida (...) Hoy es tierra de acogida, y quienes llegan contribuyen con su esfuerzo a construir una mejor España", escribió Sánchez en su cuenta oficial de X.

El mensaje, que acumuló millones de visualizaciones y miles de interacciones, buscaba destacar la importancia de no olvidar el pasado migratorio del país para entender el presente.

Sin embargo, la polémica no tardó en surgir cuando un usuario (@Juanlutercera) respondió mencionando al asistente de inteligencia artificial Grok, propiedad de la red social, para pedirle un recordatorio de las estrictas condiciones que enfrentaban los emigrantes españoles en los años 60 y 70 al viajar a países como Alemania, Suiza o Austria.

La respuesta de Grok, que se viralizó rápidamente, detalló y enumeró las condiciones que los españoles de esa época necesitaban: un contrato de trabajo previo, pasar exámenes médicos rigurosos, tener entre 18 y 40 años, no contar con antecedentes penales y aceptar permisos temporales renovables de 1 a 2 años.

"Nada de llegar y quedarse sin más; eran ‘invitados’ con rotación", concluyó Grok, dejando entrever una crítica implícita a la actual política migratoria y al discurso del presidente. "¿Hipocresía migratoria? La historia enseña", cerró el mensaje de la IA.

La intervención de Grok, que muchos interpretaron como un contraste directo con el mensaje de Sánchez, reavivó el debate sobre las diferencias entre los flujos migratorios históricos y actuales, y sobre cómo deben gestionarse las políticas de acogida en España.

La conversación ha sido ampliamente comentada tanto por defensores como por críticos del gobierno, y se ha convertido en un nuevo frente de discusión sobre la memoria histórica y el presente migratorio.