
Que Pedro Sánchez falte a la verdad no es noticia; lo es precisamente lo contrario. Y en esta ocasión, durante su comparecencia ante el Pleno del Congreso de los Diputados, no innovó. "Mi Gobierno junto a los de Rodríguez Zapatero han sido los más limpios que ha tenido la historia democrática en estos últimos 50 años", proclamó. A partir de ahí quiso hacer un ejercicio de "memoria", dijo, y que consistió en una arremetida contra todos los gobiernos del Partido Popular y también contra los de Felipe González, cobrándose así su venganza por las duras críticas que le ha dedicado el expresidente socialista.
Entre los bulos lanzados por Sánchez hubo dos clásicos que la izquierda lleva utilizando desde hace años sin que los populares presenten resistencia y que, por tanto, se han instalado con comodidad en el imaginario colectivo: el que tiene que ver con el "M.Rajoy" de los papeles de Luis Bárcenas y la destrucción a "martillazos" de los discos duros del extesorero del PP.
Sobre el primero se dice que la Justicia no supo nunca determinar quién era "M.Rajoy". Esto es falso. Lo que no se acreditó es que ese apunte de Bárcenas fuera real. Y es que ese nombre sólo apareció en El País. En la copia original que el extesorero entregó en la Audiencia Nacional no constaba. Según explicó él mismo al tribunal fue una "forma de presión" a Rajoy por parte de Álvaro Lapuerta, el anterior tesorero. "Todo lo cual constituye una muestra de las distintas explicaciones y formas de actuar del acusado, lo que obliga a valorar su testimonio con cautela y admitirlo en la medida que venga corroborado con otras pruebas", recogió la sentencia.
A la izquierda le ha dado siempre igual, hasta el punto de que sigue siendo una coletilla recurrente, incluso para Sánchez años después en un Pleno convocado para que diera cuenta de la corrupción que acecha a su partido, a su Gobierno y a su entorno personal. "Conviene recordar que la caja B del PP no la inventó Luis Bárcenas y el misterioso M. Rajoy", lanzó en su réplica y volvió a incidir en ello un poco más adelante: "Debemos ser justos y reconocer que el Ejecutivo de M.Rajoy tampoco se quedó corto. De hecho, superó al de Aznar en términos cuantitativos".
El segundo bulo manido tiene que ver con la destrucción a "martillazos" por parte del PP de los discos duros de Bárcenas. El presidente del Gobierno no quiso renunciar tampoco a utilizarlo. "No solo abonan esa corrupción sino que luego también la tapan: destruyen a martillazos las evidencias, compran silencios, montan tramas policiales, expulsas a sus propios militantes cuando se atreven a denunciar esos casos de corrupción e intentan también hacerlo con el fiscal general", afirmó Sánchez.
La izquierda puso en circulación este embuste en 2013. Doce años después lo sigue utilizando. La realidad es que ninguna de las sentencias recoge que los discos duros fueran destruidos a martillazos. Sí indican que fueron formateados 35 veces y rayados. Es más, en 2020 la Audiencia Provincial de Madrid confirmó la absolución del PP por la destrucción de los ordenadores utilizados por el extesorero. Sí dio por buenos los hechos probados en la sentencia del Juzgado de lo Penal nº31 de Madrid, esto es que fueron formateados.

