
La crisis interna de los socialistas gallegos se ha materializado este martes con la constitución de una comisión gestora, avalada por la Comisión Ejecutiva Federal del PSOE. El objetivo oficial de la medida, según apunta el partido, es tratar de garantizar la estabilidad orgánica de la formación tras la baja de militancia de su hasta ahora líder provincial, José Tomé, al que varias compañeras acusan por haberles realizado tocamientos y propuestas de empleo a cambio de favores sexuales.
El órgano de dirección provisional estará encabezado por Luis Ángel Lago Lage y contará con una decena de vocales, entre ellos Patricia Otero Rodríguez y Roberto Fernández Rico. Desde el aparato del partido insisten en transmitir una imagen de normalidad, asegurando la continuidad del trabajo político e institucional en el territorio lucense.
Sin embargo, la polémica persiste en torno a la figura de José Tomé. Pese a las exigencias de dimisión por parte del BNG, el PP y su propia formación, el político se mantiene como presidente en funciones de la Diputación de Lugo y alcalde de Monforte, reafirmándose en su decisión de no entregar sus actas.
Besteiro defiende la manera de actuar
Por su parte, el secretario general del PSdeG, José Ramón Gómez Besteiro, ha defendido este miércoles la gestión de la denuncia interna por acoso sexual contra el exlíder socialista en Lugo. Según su argumento, el objetivo prioritario ha sido siempre "sacar del foco" a la afectada, algo que considera "lo fundamental" en este tipo de procesos.
Alineándose con la doctrina marcada ayer por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, Besteiro ha asegurado que el PSOE es "el único" que protege realmente a las víctimas mediante un canal interno. Ha insistido en que el anonimato es un "avance" irrenunciable, aunque pueda resultar "doloroso" para las formaciones políticas implantar estos mecanismos.
El dirigente ha aprovechado su intervención para atacar al Partido Popular, instándoles a estar "callados" por su actuación en el caso del exconsejero Alfonso Villares, quien dimitió tras una denuncia de agresión sexual. Besteiro sostiene que sus propias declaraciones siempre se han "atenido a la verdad" para preservar la identidad de la denunciante.
Sin embargo, el líder gallego ha evitado aludir al manifiesto suscrito por unos trescientos militantes y cargos, entre ellos la alcaldesa de La Coruña, Inés Rey. Los firmantes, críticos con la gestión de la Ejecutiva, apoyan a Silvia Fraga, quien dimitió de la secretaría de Igualdad por discrepancias sobre cómo se abordó el caso contra Tomé.
