La Sanidad y la externalización de la gestión de seis hospitales de la Comunidad de Madrid (CAM) ha tenido un protagonismo especial en las preguntas al presidente González en la sesión de control al gobierno de este jueves en la Asamblea de Madrid.
Por supuesto, ha sido el líder socialista, Tomás Gómez, el que ha comentado más la cuestión, pese a que la pregunta original era sobre la situación económica de la región. De hecho, el del PSM ha llegado a asegurar que la externalización de la gestión "va a crear madrileños de primera y segunda" y ha amenazado de nuevo con echar atrás todas las "privatizaciones" que desarrolle la CAM.
La respuesta de González ha sido muy dura, asegurando que Gómez no tiene otras propuestas que "el matonismo, las amenazas y crear inseguridad jurídica", algo con lo que no sirve "para generar riqueza", y por eso "los ciudadanos le han dejado donde está".
Además, ha asegurado que "todo lo que hace" el portavoz socialista "es contradictorio" y en muchos casos se limita a "hacer seguidismo" de las propuestas de la junta o de los sindicatos, que "están destruyendo la riqueza, el empleo y dificultando el progreso de Madrid".
El decreto de la Junta: "Ilógico y de dudosa legalidad"
En cambio, el debate con el portavoz de IU, Gregorio Gordo, ha girado en torno al decreto contra los desahucios de la Junta de Andalucía, que el líder comunista ha pedido aplicar también en la Comunidad de Madrid y del que ha destacado su "potente anclaje jurídico".
Sin embargo, el presidente de la CAM ha asegurado que las medidas aprobadas por la Junta "generan inseguridad jurídica" y "ponen en riesgo el futuro de la concesión de hipotecas" y además ha comentado su escasa incidencia puesto que, según las propias cifras de la Junta "beneficiará a 159 personas" cuando ha habido "14.000 desahucios" en la región andaluza.
González ha asegurado que las medidas de este decreto son "ilógicas, de dudosa legalidad y difíciles cuando no imposibles de aplicar".
Tensión y bronca
Como viene sucediendo en los últimos meses, el pleno en la Asamblea de Madrid se ha desarrollado en un clima de fuerte tensión y con muchos momentos broncos y de casi violencia verbal, con gritos e insultos cruzándose de una parte a otra del hemiciclo, especialmente entre las bancadas socialista y popular.
En dos ocasiones han denunciado los diputados del Partido Popular haber sido insultados por sus oponentes: en una de ella Bartolomé González ha dicho que su grupo "no vamos a consentir" que se les llame "sinvergüenzas" desde los asientos del grupo socialista. Minutos después ha vuelto a tomar la palabra para denunciar que una diputada socialista, María Victoria Moreno, había llamado "golfo" al consejero Salvador Victoria, cosa que la del PSOE ha negado: "No estaba en el uso de la palabra, el señor González ha debido entenderme mal".
La situación ha llegado a un punto en el que el presidente de la cámara José Ignacio Echeverría, ha llamado la atención sobre "la imagen que estamos dando a los ciudadanos" y ha llegado a amenazar a los diputados con expulsarles de la sala.