El expresidente Felipe González ha participado en un desayuno informativo organizado por el Foro de la Nueva Comunicación, en el que ha oficiado como presentador de Juan Luis Cebrián, consejero delegado de Prisa y director del El País en la época en la que González era el jefe del Ejecutivo.
Además de hablar de Cebrián, al que ha definido como "amigo", ha abordado alguno de los asuntos de actualidad más destacados, si bien desde una perspectiva muy amplia.
Así la única cuestión más del día a la que ha descendido ha sido el separatismo en Cataluña, una región que ha dicho que "he admirado siempre" y en la que ha recordado que obtenía grandes resultados electorales.
Sin embargo, ha advertido que "la independencia de Cataluña es imposible" y que "galopar hacia un imposible" puede "provocar una fractura política y social que cueste 30 o 40 años" solucionar.
Además, ha tenido pronósticos no muy positivos sobre la situación española -"no vamos a asombrar al mundo", ha dicho en referencia a las palabras de Montoro la semana pasada- y en especial sobre el mercado de trabajo y las pensiones: "Tenemos un problema de estructura: nuestra peculiar demografía y nuestra carencia dramática de empleo", ha asegurado, pronosticando que "en no muchos años estaremos discutiendo sobre cómo se reparte el tiempo de trabajo disponible para que tengan oportunidades los más jóvenes" y, al mismo tiempo, "para que se prolongue el tiempo de trabajo" en la vejez.