Sesión de control en la cámara catalana en la que el asunto protagonista han sido los dos organismos paralelos al Ejecutivo autonómico que ha creado el presidente catalán en su empeño de avanzar hacia la desobediencia, el Consejo para la República y el Fórum Constituyente. La líder de Ciudadanos, Inés Arrimadas pasaba al ataque afeándole esta nueva ilegalidad: "¡Cómo les gusta montar chiringuitos para poner a dedo a sus amigos! No son procesistas, ahora son ya chiringuitistas. No se crea que todo lo que tiene enfrente es el chollo del señor Sánchez en Moncloa", le ha llegado a advertir.
Arrimadas ha recalcado que tanto Torra como el expresidente fugado Carles Puigdemont están solos en este proyecto que ha nacido completamente cojo de consenso. Ni la CUP, ni las entidades le apoyan, tampoco sus socios de ERC que no confían en que se pueda gobernar Cataluña desde Bélgica. "No convencen ni a los suyos", le ha reprochado Arrimadas después de que también en las filas del PPC, Xavier García Albiol se haya referido a estos dos organismos como "clubes de amigos independentistas para suplantar la acción de la Generalidad". Albiol ha aprovechado, además, para volver a pedir elecciones en Cataluña.
Sus socios de ERC también han cuestionado la eficacia del llamado Fórum Constituyente presentado este martes en el Palau de la Generalidad y que liderará Lluis Llach.El diputado Sergi Sabrià le ha dicho que "si solo es un conversación entre independentistas convencidos será interesante pero de una trascendencia limitada". Para ERC es importante admitir que son pocos, que siguen sin tener los apoyos suficientes y que por lo tanto, Torra debe esforzarse por llegar "a todo el mundo, vote lo que vote", decía Sabrià.
Cumbre de partidos el 16 de noviembre
Ante las acusaciones de la bancada constitucionalista, a las que no se ha sumado el PSC, el presidente catalán ha aprovechado para hacer un llamamiento a los comunes y a la CUP para que se "lo repiensen" y se sumen al Consejo de la República que se presentará el próximo martes en la sede del Gobierno catalán. Hasta entonces y en un gesto desesperado por el plantón de entidades y sus socios antisistema,Torra ha anunciado que el próximo 16 de noviembre convocará a todas las fuerzas políticas a "una mesa para el diálogo".
El objetivo es abordar la situación política actual, a petición del grupo de Miquel Iceta que desde el principio del nuevo curso político lleva reclamando un encuentro multilateral para que todas las fuerzas políticas puedan poner sobre la mesa una solución al problema catalán. Una cumbre de partidos a la que, de momento, solo han confirmado asistencia los propios separatistas, el grupo del PSC y los comunes.