Torra, forzado por la oposición a presentar una cuestión de confianza o adelantar elecciones

El presidente catalán, Quim Torra, abandona este jueves el Parlamento autonómico más debilitado que nunca porque a partir de ahora, tendrá que sobrevivir prácticamente con respiración asistida. Por primera vez, los grupos constitucionalistas se unen en Cataluña en contra de Torra para forzarle a su dimisión. A propuesta del PSC, Cs, el PPC, los comunes y hasta la CUP –no participando en la votación– han facilitado que haya salido adelante la moción que insta a Quim Torra a someterse a una cuestión de confianza o directamente a convocar elecciones.

Con 62 votos a favor, 61 en contra, ninguna abstención y 4 ausencias, el Parlamento catalán evidencia que la legislatura de Torra está en vía muerta. Ni siquiera los radicales de la CUP han querido actuar como salvavidas de su mandato. Aun así, Quim Torra se sigue aferrando a su cargo, descarta ambas opciones y en las redes sociales, tras la votación, ha afirmado que continuará "gobernando con la ambición republicana intacta".

En lo que lleva de legislatura, Torra solo ha conseguido aprobar 4 leyes, una de ellas la de la investidura de Puigdemont a distancia anulada este mismo jueves por el Tribunal Constitucional. En su grupo parlamentario, JxCAT, ha denunciado lo que ellos han entendido como "una moción de censura encubierta", mientras en el PSC se han atribuido el triunfo no sin antes recibir duras críticas tanto desde Ciudadanos como desde el PPC y los comunes pese a haberle brindado luego su apoyo.

Los tres partidos han coincidido en el doble discurso de los socialistas en Madrid y en Barcelona. En el partido de Inés Arrimadas en Cataluña, acusan al PSC de haberle reforzado a Torra con el trato que han recibido los separatistas en el Palacio de la Moncloa. "Con ustedes empezó todo", les ha dicho la diputada de Cs, Lorena Roldán a la bancada de Miquel Iceta.