Vox se estrena este martes en su primer debate sobre el estado de la nación ya que el último se convocó hace siete años, en 2015, cuando el partido todavía no tenía representación en el Congreso. Santiago Abascal aprovechará la oportunidad de esta cita para recuperar el impulso perdido tras las elecciones andaluzas, que pretendían convertir en trampolín hacia La Moncloa, y han sido un auténtico revulsivo para el PP de Alberto Núñez Feijóo, situándole en disposición de poder gobernar en solitario, según las encuestas.
Si las elecciones de Castilla y León empujaron al partido de Abascal hasta prácticamente un empate técnico con PP y PSOE, las andaluzas han rebajado el suflé hasta colocarles por debajo de los 52 diputados que suman en la actualidad. El partido desprecia siempre este tipo de estudios, especialmente cuando todavía falta más de un año para que se agote la legislatura, pero la sesión que arranca hoy servirá para que Santiago Abascal pueda resarcirse del resultado andaluz presentándose como la "verdadera alternativa" a Pedro Sánchez.
El hecho de que Feijóo no pueda participar en el debate, por carecer del acta de diputado, otorga mayor relevancia a la intervención de Abascal que acaparará todos los focos en el lado de la oposición ante una Cuca Gamarra que, como portavoz parlamentaria del PP, sustituirá al líder de su partido.
Enmienda a la totalidad del Gobierno
Por primera vez en democracia, Vox ha anunciado que presentará una propuesta de resolución de rechazo global a las propuestas del Gobierno que el presidente, Pedro Sánchez, desgranará durante el discurso que pronunciará este mediodía. Según fuentes del partido de Abascal, el artículo 197 del Reglamento del Congreso permite esta posibilidad que nunca se ha puesto en práctica hasta ahora y que supone una enmienda a la totalidad de las comunicaciones del Gobierno, es decir, a sus políticas.
De esta forma pretenden marcar "distancia infinita" con el Ejecutivo de PSOE y Unidas Podemos, sostenido por el PNV, ERC o Bildu. Según avanzan desde la formación, Abascal pronunciará un discurso muy duro contra Pedro Sánchez, al que no reconocen como un presidente legítimo por haber cometido "fraude electoral" después de prometer en campaña que no pactaría con Podemos y, al día siguiente de las elecciones, abrazarse a Pablo Iglesias.
Los pactos con Bildu, como el acordado recientemente para sacar adelante la Ley de Memoria Democrática, o las cesiones al resto de partido separatistas para seguir en La Moncloa, formarán parte también de la crítica que hará el líder de Vox desde la tribuna de oradores.
La persecución a las libertades, los ataques al español, la sumisión a las políticas climáticas o los errores de política exterior que han abierto una crisis diplomática con Marruecos y, después, con Argelia, serán también temas que abordará el líder de Vox durante la media hora de que dispone para dirigirse a Pedro Sánchez, a la que se añaden otros diez minutos de réplica. El presidente no dispone de límite para responder a los diferentes grupos parlamentarios.
"Damos por amortizado a Pedro Sánchez, la duda es si va a caer en seis meses o un año", dijo ayer el vicepresidente político de la formación, Jorge Buxadé, que situó al presidente del gobierno en "la parte más triste y negra de la Historia de España".
"Ahora hay que construir una alternativa", ha defendido Buxadé en referencia al papel de Vox que expondrá este martes el líder de su partido y que se materializarán en las otras 14 propuestas de resolución que registrarán en el Congreso y se votarán el jueves, una vez concluya mañana miércoles la intervención de los grupos más pequeños que no puedan hablar este martes.