Las 37 enmiendas que el PSOE registró este pasado lunes a la ley Trans han sentado mal en el ministerio de Igualdad. "Atacan al corazón de la norma", ha afirmado este miércoles Irene Montero, que ha acusado a los socialistas "de incumplir su compromiso" de tocar la autodeterminación de género que, según la ministra, estaba acordado con la exvicepresidenta Carmen Calvo.
Con las enmiendas del PSOE, los menores de 16 años necesitarán una autorización judicial para poder cambiarse de sexo. Si sale adelante este texto alternativo, se eliminará la posibilidad, contemplada en la ley, de que los mayores de 14 años y menores de 16 puedan presentar solicitud por sí mismos asistidos solo por sus padres, tal y como había ideado Montero.
Otra polémica enmienda socialista que no ha gustado en Igualdad es la que propone que, en caso de que se quiera revertir el cambio de sexo en el registro, se tendrá que obtener aprobación judicial a través de un expediente de jurisdicción voluntaria. En el PSOE afirman que estos cambios se han introducido para "dar más seguridad a la norma" , evitar que el Constitucional tumbe la ley e insisten en que siguen las advertencias del CGPJ que Montero obvió.
La ministra de Igualdad se ha comunicado ya con el PSOE y sus compañeros de Gobierno para hacerles saber el malestar que existe en su entorno. "Les he pedido y les seguiré pidiendo que retiren esas enmiendas que afectan al corazón de una ley que ya está pactada", ha añadido. Estoy enormemente preocupada", ha sentenciado en los pasillos del Congreso.
Guerra de enmiendas
Las enmiendas del PSOE van más allá de eliminar la analogía de la violencia "intragénero" con la llamada violencia de género que era, en principio, lo único que decían que se iba a tocar. Así que Unidas Podemos ha presentado este miércoles una batería de enmiendas conjuntas conjuntas con ERC, Junts, BNG, PdeCat, PNV, Más País, Compromís y Coalición Canaria.
Se trata de 11 enmiendas que inciden en la autodeterminación en menores más más allá de lo que dicta en la norma. En su enmienda al artículo 55, dentro del tratamiento al alumnado menor de edad, Podemos y los socios del Gobierno proponen que los alumnos reciban un trato conforme a "dicho nombre y el sexo y/o género con el que se identifica".
En otra de las enmiendas, también piden que se "se garantice un lenguaje respetuoso con la identidad y nombre sentido de las personas" o que en los formularios de la administración sean adecuados también a las personas no binarias (como el género fluido)
Estos partidos también piden eliminar la "condición intersexual" y sustituirlo por "intersexualidad" y ampliar de un año a diez años el plazo para que la mención del sexo sea obligatoria en el caso de los hermafroditas.
Por último, han incluido un nuevo punto dentro del artículo 51 para que la atención "a las personas trans se incluya en la cartera básica básica de los servicios del Sistema Nacional de Salud, "cubriéndose los distintos tratamientos necesarios relacionados con los procesos de transición".
Uniendo a los socios contra el PSOE
El frente de Unidas Podemos a la hora de presentar estas enmiendas revela que están articulando un frente transversal con socios del Gobierno que no están en la izquierda (como Junts o PdeCat) e incluso con partidos que han sido críticos con el Ejecutivo (Coalición Canaria) y con el que pretenden crear una mayoría que tumbe las enmiendas del PSOE en la Comisión de Igualdad.
Los socios han esperado al último momento para presentar los textos alternativos ya que los socialistas les han prometido que, una vez registradas las suyas, no pedirán a la mesa del Congreso que amplíe más el plazo. Los dos partidos del Gobierno tienen la esperanza de que la norma salga adelante y quede aprobada antes del final del periodo de sesiones. El cómo salga ya es otra cosa.