Pedro Sánchez tiene eso que los árabes llaman "baraka". Una especie de suerte providencial capaz de sacarle de los apuros. Hasta en los momentos más difíciles, siempre encuentra una salida. Este jueves, al igual que miles de españoles, el motivo de su satisfacción era la Lotería de Navidad. Desafiando, o no, ese dicho que asegura que los premios siempre caen donde hay desgracias, al presidente del Gobierno le ha tocado un buen pelllizco: 320 euros.
La mayor parte, gracias al número que jugaban en Ferraz, y también debido a un boleto de la Oficina de Prospección y Estrategia, fundada en su día por Iván Redondo. Está claro que su ex jefe de Gabinete le sigue marcando el destino y no sólo por su aprendizaje a la hora de crear golpes de efecto.
Quizás fuese por la lotería pero lo cierto es que el presidente comparecía relajado y dicharachero en la Copa de Navidad de la Moncloa, junto a casi todos los ministros del PSOE. Una actitud que contrasta con la supuesta gravedad del momento que estamos viviendo según su última alocución sin pregunta del martes.
Nuevo calendario para la proposición
La "gravísima crisis constitucional" ,en la que según el Gobierno estamos, se ha solucionado en tiempo récord: volcando las enmiendas tumbadas por el TC en una proposición de ley que presentará en los próximos días y yendo por la vía ordinaria. En el Gobierno están a la espera de la sentencia del Constitucional para acabar de redactar una norma que será presentada por el PSOE y Unidas Podemos en el Congreso.
El calendario que manejan se ha modificado, debido al retraso del TC a la hora de emitir su sentencia, y puede que, al final, registren la proposición la próxima semana y comience su tramitación después del 8 de enero en el Congreso, como se encargaba de matizar algún ministro. Unidas Podemos está presionando para que los socialistas se animen también a cambiar las mayorías del CGPJ, algo que Bruselas ya les apercibió cuando lo intentaron.
El PSOE "no está" en el cambio de mayorías en el CGPJ
"El PSOE no está en eso", afirmaba Sánchez en una conversación informal con los periodistas durante la copa. Los que parecen que andan en eso son sus socios. Tanto ERC como Unidas Podemos podría presentar una enmienda pero en el Gobierno descartan respaldarla y recuerdan el precedente de la reprimenda de la UE, que no quieren repetir justo cuando les tocará asumir la presidencia rotatoria de la Unión.
El jefe del Ejecutivo aprovechaba para cargar contra el PP tras haber sido amparado por el TC al denunciar las maniobras a la hora de introducir dos enmiendas para cambiar la mayoría en el Tribunal de Garantías. "Al PP se le ha ido el tema del TC de las manos. Está es una dinámica que hemos visto con Trump", afirmaba Sánchez que se negaba a reconocer que se equivocaron al introducir las enmiendas al Código Penal.
Pedreas y pedradas
En el día de las pedreas, Sánchez optó por dar varias pedradas a Feijóo al que ve en "la misma dinámica que Ayuso y Casado". Haciendo uso de su vertiente más fashion victim, Sánchez incluso afirmaba que cree que el PP "traslada que la democracia es un pret a porter".
El presidente incluso cree que el discurso de la oposición ha cambiado. "El PP ya no habla de economía y ha acabado en el apocalipsis político", afirmaba reiterando una vez su hobby favorito: cargar contra el partido de la oposición. Sánchez está satisfecho porque ven a la mayoría Frankestein más viva que zombie tras los últimos acontecimientos. "Lo que une a los grupos es la enmienda", añadía el presidente que cree que más partidos se sumarán a la proposición de ley.
Más complejo es la unión de toda la izquierda a la izquierda del PSOE. Sánchez "no duda que Yolanda Díaz se va a presentar". Aunque eso no lo duda nadie. La cuestión es si Irene Montero va a encabezar otra candidatura. Esa cuestión quedó sin responder.
A juicio de Sánchez, lo que "hay enfrente es una amenaza real", desvelando su leit motiv de cara a las elecciones generales: progresismo frente a la supuesta regresión que traería un Gobierno de Feijóo y Abascal.
Descarta un referéndum
Para reeditar el Gobierno actual, necesitaría a ERC que ya le ha puesto como condición la celebración de una consulta separatista en Cataluña. "Un referéndum no cabe. El debate está acabado", afirmaba Sánchez que se mostraba incómodo cuando se dudaba de su palabra pese a que, como hemos comprobado durante estos cuatro años, ésta no es inmutable.
Una postura que no acaba de convencer a todos en el PSOE, o eso ha evidenciado (al menos de cara a la galería) el barón castellano manchego Emiliano García Page que ha lamentado la derogación de la sedición y la reducción en las penas de la malversación para beneficiar a los separatistas. Preguntado por las críticas del presidente autonómico, Sánchez respondía: "Mi realidad es más compleja, soy presidente del Gobierno de España".
Tras ser la persona más solicitada, por los periodistas y por las mujeres, alguna le besó con tanto ímpetu que le dejó una mancha de carmín en el cuello de la camisa para desgracia de Begoña, Sánchez se retiró de la copa tras beber una cerveza y apenas probar los canapés. Eso sí, satisfecho al tener 320 euros más en su cuenta corriente.