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Sánchez desplaza a Yolanda Díaz como mediadora y duda de que Irene Montero quiera modificar la ley

En el sector socialista del Gobierno se desesperan al ver que Irene Montero no ha remitido ninguna propuesta.

En el sector socialista del Gobierno se desesperan al ver que Irene Montero no ha remitido ninguna propuesta.
Belarra e Irene Montero, solas este jueves en el Congreso. | EFE

En la guerra fratricida que se libra en el Gobierno sólo hay algo en lo que coinciden los distintos bandos: "Las negociaciones están rotas". Lo afirmó este jueves Irene Montero en la Cadena SER y lo confirmaban en el sector socialista. Desde que el PSOE registró su Proposición de Ley no ha habido más contactos con el Ministerio de Igualdad. "Hay cuestiones que no atajan el problema y, al final, no ha sido posible pactar", añaden.

En el sector socialistas se preguntan si "ellas" (como han dado a llamar al ministerio de Irene Montero) tienen alguna propuesta. Incluso dudan de la voluntad expresada por la ministra de querer aumentar las penas. "¿No tienen propuesta o es que en el fondo no quieren reformar la ley?", se cuestionan en el Gobierno.

Contactando con otros socios

Ahora, el sector próximo a Pedro Sánchez se centra en las conversaciones con sus socios parlamentarios. Félix Bolaños ya ha llamado al portavoz de ERC, Gabriel Rufián. El partido de Junqueras fue uno de los que, pese a votar a favor, alertó de la bajada de penas y de los problemas que podría acarrear. Rufián ha evitado cargar contra Irene Montero pero en su partido se podrían inclinar por respaldar la Proposición del PSOE.

Lo que les reprochan los socios parlamentarios, como ERC, Bildu o Más País, es que no haya habido una propuesta conjunta de PSOE y Unidas Podemos. En el sector socialista entienden la "desazón" que eso les produce. Ninguno quiere verse en la tesitura de tener que elegir si quiere ir con mamá o con papá. Nadie quiere mostrar sus cartas pese a que los tres partidos serían más bien favorables a una modificación.

Yolanda Díaz, fuera de juego

Lo que también tienen claro los socialistas es que no hay otro interlocutor válido en el Gobierno que Irene Montero para hablar de la ley. La vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, que tendría que ser la que intercediera cuando hay conflictos entre el socio mayoritario y el minoritario, está fuera de juego.

Su calculada ambigüedad en este caso y sus malas relaciones con Pablo Iglesias han acabado por frustrar su papel de mediadora. Este jueves, Díaz volvía a posicionarse en un territorio neutral, como un casco azul en medio de la batalla.

Tras mostrar su incomodidad con la lucha por el relato que mantienen PSOE y Podemos, la vicepresidenta aseguraba que "para trabajar en un acuerdo, la discreción es clave". La afirmación llegaba sólo unas horas después de que Irene Montero airease que no tiene relación con el sector socialista.

Llop, "bien"

La que ha desaparecido del foco ha sido la ministra de Justicia, Pilar Llop. Tras afrontar la defensa de la Proposición de Ley, que se elaboró en su ministerio, la notaria mayor del Reino ha tenido una intensa agenda mediática durante el martes y el miércoles para volver ya este jueves y viernes a la menos lucida vida ministerial.

En el Gobierno la ven "bien" y "segura" pero entienden que han sido días "duros" para la ministra por "todo lo que ha tenido que escuchar" desde Podemos. Algo que corroboran sus colaboradores más cercanos que añaden que, pese a todo, "anímicamente está como una roca". Su continuidad en el ministerio parece asegurada.

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