
PP y Vox han llevado hasta las últimas consecuencias su falta de acuerdo en Extremadura, beneficiando con ello al PSOE que logra hacerse con la presidencia de la Asamblea, para sorpresa de los propios socialistas, que no daban crédito a lo ocurrido durante la sesión. Blanca Martín Delgado ocupará este importante cargo que tiene como cometido, entre otras cosas, dar trámite a las propuestas legislativas de los partidos.
Por 32 votos a favor de PSOE y Podemos, Martín lograba ser designada ante las posturas enrocadas de la derecha, que optaba por votar a sus propios candidatos. El del PP, Abel Bautista, sumaba 28 votos mientras que el de Vox, Ángel Pelayo, apenas 5. Ambos partidos se habían lanzado órdagos hasta poco antes de que arrancara la sesión.
En su discurso de bienvenida, la presidenta admitía "sorpresa" por su elección, llegando a reconocer que "no traía ningún discurso preparado" al dar por hecho un acuerdo entre PP y Vox, aunque fuera en el último minuto. "Por encima de todo verán a una mujer luchando por la igualdad de género", ha prometido después de tomar posesión de su cargo.
La votación se ha repetido en los mismos términos (con la salvedad que los 5 de Vox han votado en blanco) para la elección de la vicepresidencia, que ha recaído también en la socialista Lara Garlito, siendo la vicepresidencia segunda para el popular Manuel Naharro.
Guardiola ataca duramente a Vox
A la salida de la sesión, la líder del PP en Extremadura, María Guardiola, ofrecía una rueda de prensa en la que vertía duras acusaciones contra Vox, del que insinuaba que es un partido machista, homófobo y xenófobo por "negar la violencia machista, deshumanizar a los inmigrantes y tirar a la basura la bandera lgtbi" que pretende "ideologizar desde las instituciones".
Guardiola les acusaba de querer "mercadear con cargos", asegurando haberles ofrecido la presidencia de la Asamblea, una secretaría y el senador por designación autonómica que le corresponde al PP, para evitar su entrada al gobierno. Algo que habría rechazado la formación de Abascal. "Si hay que ir a elecciones se irá", remataba en su intervención que aboca a la repetición electoral ante los duros reproches lanzados.
Vox insiste en gobernar
El vicepresidente de Vox, Jorge Buxadé, insistía en su petición de entrar en gobiernos para influir realmente en política, reiterando su "mano tendida" al PP pero exigiendo siempre "respeto" hacia sus votantes, tanto a la entrada como a la salida de la Asamblea. Una vez concluida la votación, Buxadé señalaba a Alberto Núñez Feijóo como responsable de lo ocurrido, asegurando que "Génova" se había impuesto ante Guardiola.
El líder del partido en Extremadura, Ángel Pelayo, insistía en que todo acuerdo pasa inevitablemente por su entrada en gobiernos, poniendo de ejemplo otras comunidades donde el PP ha incumplido los acuerdos adoptados con Vox. "Es necesario estar muy presentes en las responsabilidades de gobierno porque luego el PP tiene tendencia a acomodarse", decía.
Una sesión muy tensa
Después de que los diputados juraran o prometieran sus cargos, se ha procedido a las votaciones en un ambiente de gran tensión, que se percibía en los rostros de sus Señorías, ante el desconcierto por el resultado que podía arrojar la urna. Al concluir la votación para elegir al presidente de la Asamblea, Blanca Martín se abrazaba exultante a sus compañeros, que no dejaban de aplaudirla sorprendidos por lo que acababa de suceder.
PP y Vox se culpan mutuamente de lo ocurrido. Los populares señalan a los de Abascal por permitir dejar que la izquierda gane, mientras que Vox acusa a los de Feijóo de "haberse negado a mantener una negociación seria". La situación recuerda a lo ocurrido en Murcia, donde el PP sí logró hacerse con la presidencia de la Asamblea, dado su amplia mayoría, pero Vox se quedó fuera por falta de acuerdo, lo que favoreció la entrada del PSOE en la Mesa.
En el caso de Extremadura las consecuencias son más graves y dificultan aún más las negociaciones entre ambos partidos para formar gobierno, por lo que no se descarta que puedan acabar saltando por los aires. De ser así, podrían tener que volver a repetirse elecciones, dando a la izquierda una nueva oportunidad de hacerse con el poder.
Las negociaciones entre PP y Vox sí han dado sus frutos en la Comunidad Valenciana y Baleares, en este último caso sólo para la configuración de la Mesa del Parlamento, a la espera de conocer si finalmente hay acuerdo para formar gobierno y en qué condiciones.

