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Más chiringuitos y un nuevo tipo de violencia de género: las medidas de Igualdad más polémicas de Yolanda Díaz

El programa de Sumar reclama más dinero para el feminismo y el colectivo LGTBI, una nueva vicepresidencia y un telefóno para "hombres en crisis".

El programa de Sumar reclama más dinero para el feminismo y el colectivo LGTBI, una nueva vicepresidencia y un telefóno para "hombres en crisis".
La candidata a la Presidencia del Gobierno por Sumar, Yolanda Díaz, durante el acto de inicio de campaña celebrado este jueves en La Coruña. | EFE

En medio de un aluvión de medidas económicas totalmente inalcanzables o contraproducentes y hasta de una propuesta -después rectificada- para "expulsar" de la profesión a los periodistas que "desinformen", la presentación del programa de Sumar ponía sobre la mesa este jueves la intención de Yolanda Díaz de crear una Vicepresidencia de Feminismos y Economía de los Cuidados, así como un teléfono para "hombres en crisis". Sin embargo, éstas no son ni las únicas medidas en materia de Igualdad ni las más polémicas.

Más dinero, más chiringuitos

Para empezar, la heredera de Podemos eleva la apuesta y aboga por "fortalecer el Ministerio de Igualdad", dejando claro que su intención pasa por invertir más dinero en sus satélites, así como crear nuevos chiringuitos. Entre otras cosas, insiste en la necesidad de dotar de más recursos al Instituto de las Mujeres, al Observatorio de Igualdad y al Observatorio Estatal de Violencia sobre la Mujer.

Además, apuesta por recuperar la Comisión Delegada de Igualdad, crear una Autoridad Independiente para la Igualdad de Trato y regular "la figura del agente de igualdad", desarrollando un plan para "incorporar las unidades de igualdad a la estructura de todas las Administraciones públicas del Estado, autonómicas y locales". Junto a todo ello, se compromete a poner en marcha el sonado servicio de atención telefónica para "hombres en crisis", con el fin de trabajar "otras formas de masculinidades".

Nuevas modalidades de violencia

Capítulo aparte merece la ampliación de las llamadas "violencias machistas", entre las que Sumar aboga por incluir desde la "violencia institucional" hasta la "violencia económica" que, a su juicio, debería inlcuirse en el Código Penal y generar una condena por violencia de género, con todo lo que ello conlleva. "Cuando se prive intencionadamente de recursos a la mujer y a los hijos e hijas, especialmente el impago de pensiones alimenticias, puede considerarse como violencia económica y, como tal, debería estar tipificada como una modalidad más de violencia de género", considera el partido de Yolanda Díaz.

Además, la candidata de Sumar también se compromete a abordar la llamada violencia obstétrica -un término que indigna a la comunidad médica y que Irene Montero no consiguió incluir en la Ley del aborto- y la violencia de género digital. Con esta última, sin embargo, no se refiere únicamente al ciberacoso o la difusión no consentida de material íntimo o manipulado, sino a otras "discriminaciones en el ámbito laboral, como de hecho ya ocurre con los sesgos de género en los algoritmos"; afirmación que, no obstante, evita aclarar.

¿Más adoctrinamiento en las aulas?

Pero donde más se explaya Sumar es en materia educativa, ya que, a su juicio, "urge tomar medidas en el ámbito socioafectivo para prevenir, entre otras cosas, la violencia sexual y el neomachismo entre las personas más jóvenes". Así, Yolanda Díaz se compromete a garantizar "la presencia de personal técnico especialista en igualdad en todos los centros educativos para impartir contenido sobre educación sexoafectiva, realizando un convenio con entidades expertas y sindicatos para la aportación de recursos humanos docentes".

Algo similar plantea en materia LGTBI: "Nombramiento de personas o de unidades responsables de promover y garantizar el respeto a la diversidad sexo-genérica en todos los niveles educativos, así como planes de formación para el funcionariado". A ello, se sumarían "posgrados específicos de género y diversidad LGTBI+" y la exigencia de incluir "la perspectiva de género y sexoafectiva en los másteres de habilitación docentes para educación primaria y secundaria".

Carreras y oficios

Por otro lado, Sumar hereda la obsesión por imponer a hombres y mujeres las carreras que deben estudiar y las profesiones que tienen que ejercer, dando por hecho que son los patrones culturales los que guían su elección. Así, insiste en incluir "medidas para incorporar a las niñas a las disciplinas académicas de ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas" y "aproximar a los niños y a los jóvenes a los estudios relacionados con los cuidados en todas las etapas educativas".

Además, Yolanda Díaz asegura que adoptará "medidas para avanzar hacia la paridad en la titularidad de explotaciones agrarias", ya que considera que "las mujeres, en tanto agentes de cambio, han de tener un papel prioritario en el mundo rural como protagonistas e impulsoras de nuevos modelos de producción agrícola y sostenible".

Las mujeres y el deporte

En materia deportiva, Sumar se compromete a "garantizar la presencia del deporte femenino en la carta de servicios de la radio y televisión públicas", a "aumentar y garantizar el derecho de constitución de ligas profesionales" y a "promover la presencia de mujeres en los cargos federativos y ámbitos técnicos del deporte reglado".

Además, insta a "asegurar que el deporte masculino y femenino tengan los mismos derechos, también en aspectos como la cesión de espacios y horarios en las instalaciones deportivas", aunque, al mismo tiempo, promueve la aplicación de medidas discriminación positiva, "como podría ser la reducción en el precio de la inscripción de equipos femeninos en las competiciones municipales o regionales".

De lo que no dice nada es de las personas trans y el deporte. No en vano, las alusiones al colectivo trans son menos de las que cabría esperar, teniendo en cuenta la gran importancia que ha concedido al mismo al nombrar portavoz de Feminismo, Igualdad y derechos y libertades LGTBI a Elizabeth Duval. La líder de Sumar se limita a anunciar que prestará "especial atención a las políticas de inserción laboral específicas para mujeres trans".

Con todo, si algo queda claro a lo largo de las 180 páginas de su programa, es la obsesión por el "enfoque feminista" que, tal y como presume expresamente, "permea todos los ámbitos en los que se articulan las propuestas". Y para muestra un botón: llega a hablar de una "economía feminista", de las "enfermedades que son fruto de la desigualdad social y de género de las mujeres" o de cómo éstas "sufren de manera desproporcionada" el cambio climático y, por tanto, tienen que situarse en puestos que impliquen toma de decisiones en esta materia.

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