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Armengol se salta los trámites para permitir el uso de lenguas cooficiales antes de cambiar el Reglamento

La presidenta del Congreso adopta una resolución sin escuchar a la Junta de Portavoces ni el Pleno del Congreso.

La presidenta del Congreso adopta una resolución sin escuchar a la Junta de Portavoces ni el Pleno del Congreso.
La recién elegida presidenta del Congreso, la socialista balear Francina Armengol, sentada en su puesto de la Cámara Baja. | EFE

La presidenta de las Cortes, Francina Armengol, ha autorizado el uso de lenguas cooficiales ya en el Pleno del próximo martes, el primero de la legislatura después de la constitución de las Cortes.

Se trata, precisamente, de la sesión que debe votar la reforma del Reglamento que permite hablar el catalán, el gallego o el vasco en el Congreso, que ya podrán utilizarse antes siquiera de que se pronuncie el propio Parlamento al respecto. Desde el Congreso señalan que también se podrá emplear el aragonés, asturiano y aranés pero que, en estos casos, los diputados tendrán que recurrir a la "auto-traducción".

El PSOE, junto a sus socios de ERC, PNV, Bildu y BNG, presentó ayer en la Mesa del Congreso su propuesta para reformar la norma que rige el funcionamiento del Congreso, que fue aprobada por cinco votos de los socialistas y Sumar, frente a los cuatro en contra del PP.

En base a ese dictamen, Armengol adoptó una resolución como presidenta para dar ya vía libre al uso de estas lenguas sin ni siquiera escuchar previamente a la Junta de Portavoces, que se reúne este jueves, ni esperar a la votación que tendrá lugar la próxima semana, saltándose así los trámites parlamentarios.

El artículo 32 del Reglamento recoge que "corresponde al Presidente cumplir y hacer cumplir el Reglamento, interpretándolo en los casos de duda y supliéndolo en los de omisión. Cuando en el ejercicio de esta función supletoria se propusiera dictar una resolución de carácter general, deberá mediar el parecer favorable de la Mesa y de la Junta de Portavoces", es decir, ambos órganos, no sólo el órgano rector de la Cámara.

La urgencia se explica por la presión de los separatistas para hacer cumplir a Sánchez sus compromisos a cambio de haberle apoyado para elegir a la propia Armengol presidenta de las Cortes. Sin embargo, los propios letrados de la Cámara advirtieron el pasado martes de que se requieren al menos seis meses para dotar al Congreso de los servicios técnicos necesarios que permitan traducir a los diputados españoles que opten por utilizar otro idioma.

Con los pinganillos de Zelenski

De momento, la propia Armengol informó de que intentarán coordinarse con el Senado, donde ya se permite el uso de lenguas regionales en las sesiones de mociones, para que les preste personal de traducción e interpretación. Esto se repetirá en los plenos de investidura de Alberto Núñez Feijóo y Pedro Sánchez.

Para los pinganillos, la idea es recurrir a los 350 que se compraron para la comparecencia por video-conferencia del presidente de Ucrania, Volodomir Zelenski, ante el Congreso de los Diputados durante el 5 de abril de 2022, sólo unos meses más tarde de la invasión rusa.

La idea es sacar a licitación el equipo propio del Congreso durante el 2024. En el Senado, donde su autorización parcial lleva años autorizada, el coste anual es de 350.000 euros. Un presupuesto que en el caso de la Cámara Baja podría incrementarse ya que la idea de ERC y Junts es utilizar también su lengua regional durante las comisiones.

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