El PP se muestra satisfecho con la convocatoria de ayer en el Senado, a pesar de que Pere Aragonés les robó gran parte del protagonismo con su discurso a favor de la independencia, con el que aprovechó para advertir a Pedro Sánchez de que su investidura pasa por una amnistía y la convocatoria de un referéndum pactado. "Hemos conseguido mostrarnos como un bloque unido", presumen en el partido de Feijóo.
Varios presidentes regionales destacaban ayer que esa "imagen de fuerza" envía un mensaje claro a Sánchez: "Pueden bloquear sus iniciativas" haciendo valer su mayoría en las diferentes instituciones territoriales. "Esto es sólo el principio", advierten. Además del Senado, recuerdan que el PP pude imponer sus votos en el Consejo de Política Fiscal y Financiera, la Federación Española de Municipios y Provincias o las Conferencias Hidrográficas sobre el agua.
El objetivo es poner coto al futuro gobierno que el PSOE y Sumar puedan acordar con los separatistas y Bildu. Aunque los socialistas intenten zafarse del control de la oposición limitando al máximo la actividad parlamentaria, el PP no está dispuesto a dejarse a atropellar y hará valer su fuerza en todos los organismos donde pueden exhibir mayoría, entorpeciendo por ejemplo la tramitación de los Presupuestos Generales del Estado.
El CPFF y la FEMP
Además, el PSOE apenas gobierna en tres comunidades (Castilla-la Mancha, Asturias y Navarra). Una exigua mayoría que se torna más endiablada en algunos asuntos como la reforma de la financiación autonómica, que lleva unos años caducada, y que el PSOE ha metido incluso en las negociaciones de la investidura de Pedro Sánchez. Uno de los ejecutivos regionales, el de María Chivite en Navarra, tiene un régimen foral.
A la hora de negociar un nuevo modelo, María Jesús Montero se encontraría con 12 comunidades con presidentes del PP (Galicia, Cantabria, Aragón, La Rioja, Castilla y León, Extremadura, Andalucía, Murcia, Comunidad Valenciana, Baleares) y otra comunidad sostenida por los populares y con una consejera de Hacienda del PP (Canarias).
La idea del PSOE, que acusa a Madrid de "dumping fiscal" y quiere establecer unos tipos mínimos de impuestos, sólo contaría con el respaldo de tres Gobiernos autonómicos de régimen común: Cataluña, Asturias y Castilla la Mancha. Una situación similar se repite en la FEMP, de ahí que los socialistas se revolvieran con vehemencia cuando el PP eligió a María José García-Pelayo como nueva presidenta del organismo.
"Discurso sin fisuras"
El PP no sólo se muestra satisfecho por el el poder exhibido, sino también porque se pudo escuchar un discurso unánime, "sin fisuras" ni "notas discordantes", en las que los presidentes autonómicos "fueron todos a una" para defender la igualdad de los españoles y oponerse a la amnistía, dejando claro también que cualquier condonación de la deuda catalana supone un perjuicio para todos los españoles.