Socialistas e independentistas continúan las negociaciones para la investidura de Pedro Sánchez y tienen prácticamente lista la propuesta de ley de amnistía. Hay acuerdo en las líneas generales y aproximaciones en cuanto al número de beneficiarios de esa ley. El pacto está muy cerca y se habla incluso de que el PSOE y Junts están en sintonía incluso para "reconocer" que Cataluña sería una "minoría nacional", según avanza este domingo el diario La Vanguardia.
La consideración de "minoría nacional" sería un triunfo para el prófugo Carles Puigdemont, tanto porque ratificaría su liderazgo, en detrimento de ERC, en las negociaciones con el PSOE y le permitiría reconstruir su defensa judicial en Europa. La consideración de "minoría nacional" encajaría, según los negociadores de Junts, con la sentencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea que retiraba la inmunidad a Puigdemont, Comín y Ponsatí como europarlamentarios, pero aludía al concepto "grupo objetivamente identificable" al que se aferró la defensa de Puigdemont.
La referida sentencia apunta que las autoridades belgas podrían negar la extradición del prófugo "si existe un riesgo real de vulneración de ese derecho fundamental debido a deficiencias sistémicas o generalizadas en el funcionamiento del sistema judicial del estado miembro emisor o a deficiencias que afecten a la tutela judicial de un grupo objetivamente identificable de personas al que pertenezca el interesado" y "si, habida cuenta de la situación individual de esa persona, de la naturaleza de la infracción y del contexto fáctico, existen razones serias y fundadas para creer que dicha persona correrá tal riesgo en caso de ser entregada a dicho estado miembro".
La tesis socialista
Los negociadores de Junts entienden que si la ley de amnistía recoge que Cataluña es una "minoría nacional" se daría la razón a Puigdemont y, de paso, a los jueces belgas y alemanes que evitaron atender la orden europea de detención emitida por el Tribunal Supremo de España. En el lado socialista y según explica La Vanguardia, hay cierta satisfacción por el hecho de que Puigdemont no exija un referéndum de autodeterminación para negociar la investidura.
Las implicaciones de considerar Cataluña como una "minoría nacional" quedarían a expensas de una posterior negociación cuyos resultados implicarían la irrupción en escena del verificador que exige Puigdemont. Para el PSOE, quedaría descartado, en principio, el referéndum. No es eso lo que se cree en Junts. Los socialistas aducen para reforzar su tesis que el acuerdo no es entre gobiernos, pero la "minoría nacional" catalana se incrustaría en el ordenamiento legal, lo que según los independentistas abre muchas posibilidades a la autodeterminación de esa "minoría nacional"