Alberto Núñez Feijóo ha intentado infundir ánimos a sus diputados y senadores, reunidos ayer en el Congreso para preparar la ofensiva contra el Gobierno. Después del discurso retransmitido a los medios, el presidente del Partido Popular se dirigió a los suyos a puerta cerrada y, aunque no ocultó su profunda preocupación por los planes de Pedro Sánchez, pidió "trabajar duro" y movilizar al electorado para enviar una señal a Bruselas.
Según trasladan distintas fuentes parlamentarias, Feijóo exigió a todos "no dormirse" de cara a las catalanas y las europeas, después del resultado del País Vasco. Aunque el partido se muestra satisfecho por haber subido un escaño, algunos dirigentes admiten que esperaban haber alcanzado los nueve o diez diputados para acercarse más al PSE y apuntalar el declive socialista en los territorios.
Cataluña es clave pero el PP apenas se juega mejorar los tres escaños actuales, además del posible sorpasso a Vox. Las europeas, en cambio, son trascendentales para los planes de Feijóo, que espera poder cobrarse la revancha del 23-J y dar la puntilla a un PSOE que, ahora más que nunca, ha atado su destino a Pedro Sánchez. El líder del PP pidió un esfuerzo extra, que parta desde los municipios, para movilizar a los votantes.
Feijóo trasladó a los suyos que ya ha confeccionado la lista europea con la que concurrirá a estos comicios, aunque no desveló nombres. Algunos siguen agitando la idea de que la secretaria general, Cuca Gamarra, podría ser una de las elegidas, aunque creen que Dolors Montserrat tendría asegurado ser cabeza de lista, especialmente después de que Esteban González Pons haya sido designado jefe de campaña, lo que casi le descarta para el cargo.
La división de la derecha frente a la izquierda
"Es necesario transmitir que nos jugamos mucho, concienciarles de la necesidad de unir el voto ante la única alternativa posible", dijo en abierto Feijóo ante sus grupos parlamentarios. "Todo lo demás es dividir y facilitar que se queden los que se tienen que ir", insistió, recordando lo ocurrido el 23-J, cuando la derecha no logró sumar suficientes escaños para evitar el actual gobierno de izquierdas.
El objetivo de Feijóo es conseguir una ventaja suficiente para deslegitimar todavía más a Pedro Sánchez, especialmente después de su apelación a los ciudadanos para, supuestamente, "regenerar la democracia". El PP espera que el resultado de las europeas refuerce el aviso lanzado a Bruselas a través de las manifestaciones en la calle contra la amnistía, y la labor desempeñada por los eurodiputados españoles.
"La UE no se va a quedar de brazos cruzados", advirtió ayer después de relatar que el presidente del PPE, Manfred Weber, y la presidenta de la Comisión Europea, Úrsula Von der Leyen, le han trasladado su compromiso con la defensa del Estado de derecho, hoy atacado por el Gobierno y sus socios.
Después de dirigirse en privado a sus diputados y senadores, el presidente del PP dio la palabra a los suyos empleando la ironía: "Aquí se escucha a todos, no somos como el sanchismo", dijo antes de que su portavoz parlamentario, Miguel Tellado, y otros representantes, hablaran sobre los retos que afronta el partido, y el país, en los próximos meses.