Desde el pasado 7 de mayo un grupo de estudiantes –unos 300 según su propia aproximación que parece bastante inflada– están acampados en pleno campus de la Universidad Complutense de Madrid en una protesta que tiene bastante de propalestina pero todavía más de anti israelí.
Libertad Digital ha visitado esta acampada, ha preguntado a sus portavoces y ha contemplado la cartelería increíblemente agresiva que la acompaña. Hemos hablado de las razones para mantenerse acampados que tienen los estudiantes y hemos escuchado explicaciones sobre por qué el movimiento LGTBI no tiene que apoyar a Israel –el único país en más miles de kilómetros a la redonda en el que los gays pueden vivir su vida sin esconderse–, sino que tiene que estar del lado de los palestinos.
Pero quizá lo más interesante ha sido comprobar cómo los estudiantes de la acampada no tenían ningún problema en hablar ante la cámara... mientras los demás temían verse señalados si lo hacían: resultó terriblemente complicado encontrar a alguien que quisiera opinar sobre la cuestión y sólo lo logramos con el compromiso de que no se mostrase el rostro de la persona que daba su opinión al respecto.