El pacto anunciado por Pedro Sánchez en Mauritania para traer a 250.000 africanos anuales a España ha dado al traste con cualquier opción de llegar a un acuerdo de Estado con el PP. En plena crisis migratoria, con Canarias, Ceuta y Melilla al borde del colapso, el presidente del Gobierno prometió al presidente canario, Fernando Clavijo, negociar con los Alberto Núñez Feijóo para intentar solucionar el problema pero, a la vista de lo ocurrido, podría agravarse.
"Es un disparate", "provocará un efecto llamada", "España va al contrario que los países europeos de nuestro entorno", "provocará más muertes", son sólo algunas de las advertencias lanzadas ayer por el PP a través de diferentes portavoces, incluido el propio presidente, Alberto Núñez Feijóo, que fue el primer en reaccionar a través de las redes sociales. Después lo hizo su portavoz en el Congreso, Miguel Tellado, en una entrevista de Es la Mañana de Federico, y la portavoz en el Senado, Alicia García, en rueda de prensa.
En el Gobierno rechaza que el discurso sobre la inmigración de Sánchez en Mauritania suponga un "efecto llamada" y defienden que se necesitan 250.000 inmigrantes al año en España para sostener el Estado del Bienestar. Para justificarlo recurren a informes de la Airef y del Banco de España. "El único efecto llamada es el de Vox sobre el PP", ha dicho el ministro de Presidencia, Félix Bolaños, que elogiaba el discurso de Sánchez para buscar "una inmigración en origen" para sostener "la seguridad social".
Los bandazos de Sánchez
Solo unas horas después de su discurso en Mauritania, Sánchez visitaba Gambia como penúltima escala en una gira que le llevará también a Senegal. En Banjul se reafirmaba en su propuesta pero era más prudente a la hora de elogiar la inmigración, y su entorno evitaba dar datos. Solo prometía una "inmigración ordenada y segura" con contratos en origen, sin concretar números.
Moncloa sabe que los bandazos de Sánchez y la crisis humanitaria le están pasando factura. De ahí, que el argumentario de Ferraz, que también repiten los ministros, es que "el PP no ha tenido ni tiene política migratoria", cuando el PSOE lleva seis años gobernando y es el máximo responsable en esta materia. Se justifican diciendo que Rajoy "canceló el mando único" que fue recuperado con Sánchez, y que recae sobre el ministerio de Política Territorial de Ángel Víctor Torres.
La cartera del ministro canario del Gobierno es la encargado de tratar de conseguir los apoyos para la reforma del articulo 35 de la Ley de Extranjería, que busca otorgar al Ejecutivo la competencia exclusiva sobre el reparto de menas, en lugar de que las CCAA negocien una cuota voluntaria. Una modificación que el PP rechaza porque no va acompañada de mayores recursos ni ayudas para las regiones, tal y como recoge su reciente plan contra la inmigración.
La reforma, que el Gobierno ha vendido como solución milagrosa, apenas serviría para repartir los 6.000 menores que hay en Canarias por el resto de las CCAA. Junts ya votó en contra y al Gobierno sólo le queda el PP, que rechaza un pacto, dada la falta de voluntad de Sánchez de escuchar siquiera sus propuestas. El ministro Torres intentó rebajar el tono y ser más conciliador, tras la reunión de Sánchez con Clavijo, pero este martes, después del primer Consejo de Ministros, Pilar Alegría arremetió contra Feijóo acusándole sibilinamente de racista por poner el foco en 6000 menores pero no en los niños ucranianos que llegaron tras la invasión de Rusia.
El cruce entre PP y Vox
"El Partido Popular tiene la oportunidad cambiar su postura, y que podamos dar solución y ayuda a las CC.AA que ahora mismo sufren una presión migratoria importante. Sólo tienen que decir que votarán a favor", afirman el último argumentario del PSOE sobre inmigración que vincula al PP con Vox por sus pactos, aunque los de Abascal ya han abandonado los Gobiernos autonómicos.
En medio de este cruce de reproches, Vox aprovechó para a atacar tanto a PP como al PSOE, ahondando en la estrategia que mantiene desde hace semanas de equiparar a ambos partidos. "Están promocionando una invasión. Lo hacen de la mano del Partido Popular y de todos sus amos internacionales", escribió Abascal en X, donde dijo también que "los españoles van a tener que empezar a defenderse por ellos mismos", en lo que parece una invitación a tomarse la justicia por su propia mano.
El PP intente marcar distancias también con los de Abascal al asegurar que "todos estamos cansados de los maximalismos". "Ni el Gobierno tiene más humanidad que los demás, ni Vox es el único preocupado por la inmigración", dijo ayer tajante Tellado en esRadio, defendiendo que la política del PP es la única "sensata" y "seria".