García-Gallardo, el último 'barón' de Vox cuya salida se fraguó hace un año
La enésima crisis interna de Vox es abordada por la dirección con desdén para echar tierra sobre el asunto.
La salida de Juan García-Gallardo ha sorprendido a las bases de Vox por tratarse de una renuncia inesperada, pero se venía fraguando desde hace tiempo en el estrecho núcleo de poder que dirige el partido, donde el antes considerado niño bonito, y ejemplo a seguir, cayó rápidamente en desgracia ante los ojos de la dirección, donde los perfiles mediáticos son vistos con recelo, especialmente cuando se salen de las estrictas directrices marcadas por Bambú.
Gallardo, que ocupó el primer cargo relevante de Vox como vicepresidente de Castilla y León, fue aupado desde el principio por la misma formación que, una vez adquirió protagonismo ante la opinión pública, le relegó a un papel secundario, tanto en la toma de decisiones como a nivel mediático, especialmente por los "líos" en los que metía con frecuencia a la dirección nacional, con sus salidas de tono o sus polémicas propuestas, que no siempre contaban con el aval de Madrid.
De ahí se explica que Vox haya guardado silencio en su despedida, como explicaba el propio Abascal: "Unos llegan, les damos la bienvenida; otros se van, les damos las gracias y les deseamos suerte. Si se van muy mal, no decimos nada", afirmaba sobre su marcha, dejando entrever que no comparte las formas en las que Gallardo se ha ido, con una carta en la que pide democracia interna.
La relación entre Gallardo y la dirección nacional llevaba tiempo deteriorada pero todo saltó por los aires hace un año, cuando recién incorporado a la nueva Ejecutiva de Vox, el todavía entonces vicepresidente de Castilla y León protagonizó en X varias polémicas, atacando a Ayuso por el caso de su pareja o cuando pidió "una distribución equitativa de la propiedad". No sé salió de la línea ideológica marcada por Bambú pero no gustó el momento elegido para hacerlo y su afán por intentar ganar protagonismo con mensajes en medios o en X que escapaban al control de la cúpula.
"Más Pollanes y menos Gallardos"
Bambú le lanzó una advertencia en ABC, donde "fuentes de la dirección" pidieron "menos Gallardos y más Pollanes", en referencia a Carlos Pollán, presidente de las Cortes en Castilla y León y que podría ser el nuevo candidato a la Junta. Gallardo pidió públicamente desmentir la noticia, y el respaldo de Santiago Abascal, lo que no se produjo. Dos días después, el portavoz, José María Fúster, dijo aquello de "más Pollanes, por supuesto, pero, siempre, más Gallardos", para intentar zanjar la polémica, a lo que el entonces vicepresidente de la Junta se aferró para hacer oídos sordos al aviso.
El propio Gallardo ha reconocido en Cope que las tensiones venían de lejos, y ha acusado a Vox de apartarle de la toma de decisiones después de su polémica propuesta sobre el aborto, que a punto estuvo de romper el gobierno con el PP que preside Alfonso Fernández Mañueco, además de promover una campaña de desprestigio contra él. La reciente decisión de abandonar todos los gobiernos autonómicos, sin consultarlo con los afectados, erosionaba aún más una relación que se rompía definitivamente cuando Madrid quiso imponerle la expulsión de dos de sus procuradores, que no cuentan con el respaldo de Gallardo, pero con los que el exdirigente de Vox creía poder llegar a un entendimiento. Lo ocurrido abre una crisis interna pero permite al partido deshacerse de un barón incómodo.
El miedo a las baronías
En Vox los barones regionales están proscritos. El partido presume de su carácter "nacional", contrario al Estado de las Autonomías, y de tener un único discurso en toda España, sin matices de carácter territorial. Pero la ventaja principal, a nivel organizativo, es que los presidentes autonómicos no pueden ejercer de contrapeso ante el poder omnímodo del líder, Santiago Abascal, y de su entorno, con Kiko Méndez Monasterio y Gabriel Ariza como principales gurús de Vox, a pesar de no formar parte del organigrama.
Rocío Monasterio, fundadora de Vox y líder de la única Ejecutiva regional con autonomía propia, ha sido una de las pocas baronesas dentro del partido. Acató siempre las órdenes de carácter ideológico, pero no organizativas, lo que provocó importantes choques con la dirección nacional, acostumbrada a decidir sobre el nombramiento de todos los cargos, incluidos los de "confianza", como los asesores. Una práctica que llevó también a Camino Limia, exconsejera de Vox en Extremadura, a dejar de tener relación con el partido.
En Baleares, Jorge Campos contaba con una estructura propia al margen de Vox a través de la plataforma Actúa Baleares. Dado su perfil mediático en las islas, ejercía también de barón dentro del partido, rodeado de personas de su absoluta confianza y que quedaron completamente huérfanas cuando fue "ascendido" a diputado nacional. Con su marcha, el partido quedó dividido en tres a nivel autonómico, y completamente descabezado.
El capital humano
Macarena Olona, llamada a ser la baronesa más importante de Vox tras ser elegida candidata en Andalucía, fue arrinconada después del decepcionante resultado electoral, lo que provocó su salida de la política tras verse relegada a líder de una oposición irrelevante, con un PP con mayoría absoluta, y tras perder su peso a nivel nacional, con una dirección que se negó a "rescatarla".
Gallardo era, por tanto, el último de una lista muy reducida de líderes autonómicos de peso, y con un Vox sin perfiles profesionales y mediáticos, como lo eran Iván Espinosa, Juan Luis Steegmann, Víctor Sánchez del Real o Rubén Manso, y que pasan a engordar la lista, cada vez más larga, de cargos expulsados o que han decidido abandonar las filas del partido.
Lo más popular
-
Woody Allen, para desesperación de la izquierda: "Madrid es una ciudad que siempre me ha encantado" -
La Audiencia de Madrid avala diligencias que acorralan a Begoña Gómez -
Bronca monumental en la Asamblea y acusaciones de "violencia política": "Verles enfadados me pone" -
Maduro en jaque: el Pollo Carvajal tira de la manta ante Trump y detalla las prácticas criminales del chavismo -
Vídeo: Febrero, fecha clave para el fin de Sánchez
Ver los comentarios Ocultar los comentarios