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Sánchez activó la plataforma de negocios con China a los 4 meses de llegar a La Moncloa siguiendo la estela de Zapatero

Pedro Sánchez visitará China en abril, continuando la relación iniciada en 2018, mientras que Zapatero lleva décadas haciendo negocios con China.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, junto al expresidente José Luis Rodríguez Zapatero, en el 41 Congreso Federal del PSOE en Sevilla este sábado. EFE/ Julio Muñoz | LD/Agencias

Pedro Sánchez materializará en abril su tercera visita oficial a China, todo un alarde de apoyo a la dictadura comunista. La versión filtrada desde Moncloa apunta a la necesidad de abrir nuevas puertas ante el panorama arancelario de la nueva era Trump. Pero lo cierto es que los tres viajes se han realizado con y sin Trump, la principal plataforma de negocios entre España y China fue activada formalmente por Sánchez en octubre de 2018 –nada más llegar al poder– y Rodríguez Zapatero, su predecesor y abanderado en las visitas a China, lleva haciendo negocios con el gigante comunista desde hace décadas. Y la activación de esa plataforma sucesión con Trump, cierto, pero no en la tesitura y contexto actuales del presidente de los EEUU.

La activación de la citada plataforma –el Consejo Asesor Empresarial Español-Chino– fue formalizada en noviembre de 2018, a los cuatro meses de llegar Sánchez a La Moncloa. Se trató de un acto que tuvo lugar en la sede del Ministerio de Industria que comandaba por aquellas fechas Reyes Maroto y que fue presidido por ella y el ministro de Comercio de China, Zhong Shan. Asistieron la secretaria de Estado de Comercio, Xiana Méndez, los CEOS de una treintena de empresas españolas y chinas integrantes del Consejo, representantes de la CEOE, de la Cámara de España y de la Asociación de Contratistas Internacionales de China (CHINCA).

Reyes Maroto enfatizó el acto y aseguró que "la visita de Estado del presidente chino es un hito histórico en nuestras relaciones bilaterales, y supondrá un nuevo impulso para estrechar nuestros intercambios económicos y comerciales". Y es que, efectivamente, el apoyo fue directo del presidente chino. Asimismo, señaló que la creación del Consejo Asesor Empresarial era una "muestra de la firme defensa de la apertura y del libre comercio por ambos Gobiernos, frente a las políticas proteccionistas; los esfuerzos de España –en el marco de la Unión Europea– y de China deben ir encaminados a impulsar la revitalización del orden económico internacional que tanto bienestar social ha generado".

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Y por aquellas fechas estaba Donald Trump en la presidencia de EEUU, cierto, pero no se vivía el actual contexto internacional con la Administración Norteamericana.

Zapatero, otro interesado en la dictadura comunista

Lo cierto es que la constitución del Consejo había sido acordada en la Comisión Mixta de Cooperación Económica e Industrial que tuvo lugar en 2015 –bajo mando presidencial de Mariano Rajoy–, pero no se llegó a concretar una reunión formal hasta octubre de 2018 – cuatro meses después de llegar al poder Sánchez–, durante la visita institucional a Pekín de la ministra de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto.

El Consejo Asesor Empresarial estaba copresidido por Francisco J. Riberas (presidente de Gestamp) y por Yi Huima (presidente de ICBC). Estaba formado por diecisiete empresas españolas y quince empresas chinas. Y debía convertirse en toda una lanzadera cruzada de negocios.

Y tiene toda la pinta de que otro de los máximos interesados en esa lanzadera con la dictadura comunista fue y es Rodríguez Zapatero.

La última mitad de 2024 albergaron la explosión de un acercamiento, contacto, negociación y lobby largamente mantenido por el que fuera presidente español. Porque la predilección de José Luis Rodríguez Zapatero por el gigante comunista, por la dictadura china, cuenta con dos décadas de crianza. Dos décadas que coinciden con el acercamiento y hermanamiento con la dictadura venezolana.

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En 2004, nada más llegar al poder, Zapatero mostró su predilección por Venezuela. Lo hizo por medio de su recién elegido embajador, Raúl Morodo, a indicación de José Bono. De aquellos polvos chavistas llegaron los actuales lodos y postración al régimen narcodictatorial de Nicolás Maduro.

Pero no fue el único país al que consideró estratégico Zapatero en su paso por la presidencia española. Porque con China llegó sólo un año más tarde la prueba de su amor por las dictaduras comunistas.

Es verdad que en los últimos tiempos la labor de Zapatero ha sido más visible con la preparación, directamente, de viajes de Pedro Sánchez, la realización de un viaje previo a Pekín del expresidente socialista —en concreto, en julio de 2024—, o la participación en la Octava Cumbre Mundial de Grupos de Reflexión. Pero lo cierto es que el plan de Zapatero de acercamiento a China lleva dos décadas macerando.

Y es que fue en noviembre de 2005 cuando José Luis Rodríguez Zapatero y Hu Jintao firmaron toda una larga serie de acuerdos en materia "comercial, cultural" y hasta "humana". "Humana", viniendo de una dictadura comunista.

"Un hito en las relaciones bilaterales"

Aquellos acuerdos fueron calificados por el Gobierno socialista de la época como todo un "hito" en las relaciones bilaterales. Hasta el punto de que Zapatero no dudó en anunciar aquello como el inicio de una gran amistar entre dos "socios privilegiados".

En una entrevista en la Moncloa, incluida como parte de los festejos del evento y parte de la visita oficial del mandatario chino a España, Zapatero y Hu dejaron clara la "firme voluntad" de intensificar las relaciones entre empresas de ambos países y destacaron los contratos firmados por empresas españolas por un importe cercano a los 900 millones de euros. 900 millones de euros para una economía como la china que cuenta con un PIB anual reconocido de más de 16 billones de euros. Claramente "estratégico" y todo un "hito".

Entre los acuerdos alcanzados se incluyó un pacto para favorecer la venta de cítricos españoles en China —660 millones de euros en diez años, según los cálculos de Moncloa—.

España y China también firmaron un acuerdo de extradición, de incremento de relaciones culturales a través del Instituto Cervantes y el Centro Cultural Chino en España, y de impulso, cómo no, de la Alianza de Civilizaciones y de los Objetivos del Milenio que tanto gustaban a Zapatero.

Y Zapatero se comprometió a "seguir trabajando" para que la Unión Europea levantase el embargo a la venta de armas a China.

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