
Los morados aspiran a capitalizar el descontento que se ha ido acumulando en Sumar y posicionarse como la fuerza hegemónica de la izquierda. Para ello, y en el ecuador de la actual legislatura de Pedro Sánchez, Podemos lanza a Irene Montero como su cabeza de lista de cara a las elecciones generales, buscando con esta apuesta expulsar del tablero político a la vicepresidenta segunda y líder de Sumar, Yolanda Díaz, que ni siquiera ha confirmado si se presentará a los comicios
Este viernes Podemos arranca la V Asamblea Estatal Ciudadana en el Pabellón de Convenciones de la Casa de Campo de Madrid, de la que emergerá el renovado Consejo Ciudadano Estatal. Sin sorpresas en el horizonte, la secretaria general volverá a recaer en Ione Belarra, ya que su candidatura ha sido la única en reunir los avales necesarios. Podemos aspira a convertir esta cita en un punto de inflexión: una suerte de resurrección política tras un prolongado período de desgaste marcado por la irrupción de Sumar como alternativa en el espacio de la izquierda.
La Asamblea tiene lugar en un contexto marcado por la creciente tensión entre Podemos y Sumar, una pugna que se ha intensificado tras el llamamiento de Yolanda Díaz para reeditar la fórmula electoral del 23J. Lejos de acoger esa propuesta, Podemos ha optado en las últimas semanas por endurecer su discurso. La formación morada ha intensificado sus críticas al Ejecutivo, presentándose como la verdadera fuerza transformadora frente a lo que describen como "la izquierda amable" que encarnaría Sumar. En este giro de confrontación, tampoco han escatimado ataques directos al propio presidente del Gobierno, a quien han acusado reiteradamente de "mentir y robar" a la ciudadanía.
En los mítines previos a esta cita, Belarra y Montero han reivindicado el buen equipo que hacen como tándem cohesionado con roles claramente definidos dentro de la estructura interna del partido. Además se presentan como la izquierda autónoma y combativa capaz de conquistar avances a golpe de presión y ruido frente a la supuesta actitud de subordinación que atribuyen al espacio liderado por Yolanda Díaz. En este contexto geopolítico, los morados hacen bandera antibelicista, mientras acusan al socio minoritario del Gobierno de asumir sin cuestionamiento el incremento del gasto militar.
El líder de Podemos en la sombra, Pablo Iglesias, interviene en la jornada inaugural en el marco de la mesa de debate "Combatir a la ultraderecha en Europa y América Latina". Su participación llega tras la reciente presentación de su último libro, ‘Enemigos íntimos’, en la taberna Garibaldi, donde no escatima en paralelismos provocadores: equipara a Yolanda Díaz con Íñigo Errejón y la describe como una "hipócrita enamorada de la fama", en un claro intento de erosionar su legitimidad como referente del espacio a la izquierda del PSOE. La ofensiva fue reforzada por Irene Montero, quien llegó a emplazar a Díaz a integrarse directamente en las listas socialistas. Desde Sumar, sin embargo, han optado por no alimentar la confrontación, adoptando una postura de contención.
En todo caso, los morados están viendo en la confrontación su principal baza para ganar foco mediático y marcar músculo en vez de percibir esta batalla como un posible proceso que desmoralice al electorado de izquierdas.

