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La parte socialista del Gobierno desdeña la medida estrella de Yolanda Díaz

Díaz ha hecho de la reducción de la jornada laboral su gran promesa electoral, pero la parálisis en su tramitación está desactivando su potencial.

MADRID, 28/10/2024.- La vicepresidenta del Gobierno y fundadora de Sumar, Yolanda Díaz, ofrece una rueda de prensa tras la reunión del grupo parlamentario Sumar este lunes, en el Congreso de los Diputados, tras el terremoto causado por la abrupta marcha de Íñigo Errejón por denuncias de violencia machista, en una jornada en la que la plana mayor de Más Madrid ha comparecido por primera vez para dar explicaciones y ha garantizado que si hubieran sabido que era un agresor habrían ido a denunciarlo a la comisaría.-EFE/ Juanjo Martín | LD/Agencias

La hemeroteca se convierte en un enemigo incómodo para la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, cuyos compromisos le juegan en contra. Reducir la jornada laboral sin recortar salarios para "trabajar menos y vivir mejor". Con estas palabras, la ministra de Trabajo y líder de Sumar, Yolanda Díaz, inauguraba la manifestación del Primero de Mayo de 2024. Un año después, el lema de su ministerio se ha transformado en un "Dale tiempo a la vida. Por la reducción de la jornada laboral". Un lema que se repite entorno a una iniciativa que se ha quedado estancada, sin haber avanzado aún en segunda vuelta en el Consejo de Ministros y cuando las previsiones eran que estuviera en tramitación parlamentaria antes de Semana Santa.

Lo que ha cambiado de un año a otro es la notable ausencia de ministros socialistas que sugiere un claro desdén hacia la medida de la líder de Sumar. Hace un año, Díaz estuvo acompañada de las dos vicepresidentas socialistas, María Jesús Montero y Teresa Ribera, así como de varios ministros del PSOE, como la ministra de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, Elma Saiz, y el ministro de Transportes y Movilidad Sostenible, Óscar Puente.

También la respaldaron dirigentes socialistas como Santos Cerdán, el senador José Manuel Franco y el diputado Rafael Simancas, entre otros, en lo que fue el Primero de Mayo más politizado tras la fallida amenaza de dimisión de Pedro Sánchez en el que todos los miembros del Gobierno salieron a una para denunciar el acoso político y mediático que se estaba ejerciendo contra Pedro Sánchez y su entorno salpicado por la corrupción.

El panorama este año es notablemente distinto. Yolanda Díaz estará arropada únicamente por los ministros Elma Saiz y Óscar López, mientras que figuras de peso del ala socialista del Gobierno, como la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, y la portavoz del Ejecutivo, Pilar Alegría, se desmarcan del acto central para asistir a las manifestaciones en Andalucía y Aragón, respectivamente, en calidad de nuevas secretarias generales del PSOE en sus territorios.

La vicepresidenta segunda tampoco contará con la totalidad de los ministros de Sumar, ya que el ministro de Cultura y portavoz de Sumar, Ernest Urtasun acudirá a la manifestación de Barcelona. En este contexto, la vicepresidenta segunda se enfrenta al reto de atender las demandas de los sindicatos, que insisten en la urgencia de acelerar la implementación de la reducción de la jornada laboral.

Díaz alcanzó un acuerdo con el ministro de Economía, Carlos Cuerpo, a quien llegó a calificar de "mala persona", para aprobar la reducción de la jornada laboral a 37,5 horas semanales, con el objetivo de que entrara en vigor en 2025, tras pasar por el Consejo de Ministros antes de Semana Santa. Sin embargo, el plazo ha transcurrido sin que se materialice la medida, que continúa en el limbo una semana más tras el apagón masivo que afectó este lunes a toda la península ibérica.

Yolanda Díaz ha hecho de la reducción de la jornada laboral su gran promesa electoral, pero la parálisis en su tramitación está desactivando su potencial como elemento movilizador, en un momento en que parte de su electorado comienza a mirar hacia Podemos como posible alternativa, según reflejan las encuestas más recientes.

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