
La hasta ahora diputada de Vox en el Parlamento balear, Idoia Ribas, quien se dio de baja del partido el pasado mayo alegando "desprecios, ataques, hostigamiento e incluso intimidación" por parte de la dirección nacional, ha decidido abandonar también el grupo parlamentario. A partir de ahora, pasará a ejercer como diputada no adscrita, siguiendo los pasos de sus compañeros Xisco Cardona y Agustín Buades. De esta forma, el grupo balear pasará de los ocho diputados que logró en las pasadas elecciones a tan solo cinco.
"Llevo más de un año sufriendo hostigamiento y una campaña de difamación pública", ha denunciado Ribas en declaraciones a Libertad Digital, tras haberse convertido en una de las voces más críticas dentro de Vox. La diputada de Vox en Baleares ha acusado a la formación de falta de democracia interna y de ejercer coacciones desde la sede nacional de Bambú hacia los dirigentes territoriales.
El detonante fue el último enfrentamiento entre Ribas y la portavoz de Vox en el Parlamento balear, Manuela Cañadas, durante una sesión plenaria. Según la ahora diputada no adscrita, la disputa se originó cuando Cañadas reaccionó con hostilidad al enterarse de que otro diputado había afirmado que Ribas "tiene más principios". Una versión que Vox rechaza, asegurando que fue una escena presenciada por todo el hemiciclo.
Los medios mienten. Yo no inicié ninguna disputa. Es otro ejemplo de la campaña de difamación pública que sufro desde hace más de un año por parte de @vox_es y de la portavoz de mi grupo parlamentario, que me atacó cuando supo que otro diputado dijo que yo tenía más principios. pic.twitter.com/UvqV15lmSx
— Idoia Ribas (@idoiaribas) July 8, 2025
Fuentes consultadas del grupo parlamentario señalan que, hasta el momento, Ribas no ha formalizado su salida, aunque confían en que, "por coherencia", acabará renunciando al acta. Recuerdan que en varias ocasiones ha hecho referencia a la "ejemplaridad política" y al "desapego a los cargos públicos".

