EEUU sacó a España de los intercambios de inteligencia tras un informe de la CIA que alertaba de las prácticas de Huawei

Hace semanas que el Congreso de Estados Unidos lanzó su advertencia más directa sobre España por sus relaciones con la dictadura comunista china. España ha adjudicado su contrato de gestión de las escuchas judiciales y policiales la empresa china Huawei y EEUU considera que eso supone una apertura de par en par de las puertas españolas al espionaje chino. Resultado: EEUU pone en cuarentena sus intercambio de datos de inteligencia con España por considerar desleal al Gobierno de Pedro Sánchez.

Y todo ello, como han confirmado fuentes policiales conocedoras de las negociaciones del contrato de Huawei, previo informe de la CIA.
EEUU quiere revisar los acuerdos de inteligencia bilateral con España por el riesgo de que la información sensible española termine en manos del Gobierno de China. La carta que plasma la situación fue firmada por el senador Tom Cotton y el congresista Rick Crawford y acusa al Ejecutivo de Pedro Sánchez de "jugar con fuego" al permitir que una empresa vinculada al Partido Comunista Chino tenga acceso a los sistemas de intercepción telefónica de la Policía Nacional y el Centro Nacional de Inteligencia. La carta destaca que Huawei está legalmente obligada a colaborar con los servicios de inteligencia de Pekín y que eso implica que todos los datos de inteligencia -algunos procedentes de EEUU- pueden acabar en manos del espionaje de esa dictadura.

Ahora, fuentes policiales implicadas en las conversaciones revelan que el asunto ha sido tratado en EEUU como una cuestión de elevada gravedad y que se ha llegado a analizar el asunto previo informe de la CIA. Esas mismas fuentes explican que el servicio de inteligencia norteamericano está convencido de la existencia de lo que se denominan como ‘backdoors' en los sistemas gestionado por las empresas chinas.

¿Qué es una backdoor? Un sistema informático o un ordenador puede tener el nivel de seguridad que se quiera o programe. Ese nivel garantizará la imposibilidad o posibilidad de acceso a los datos. Pero si ese sistema de seguridad tiene puertas traseras abiertas cualquier mecanismos diseñado queda al albur de la apertura de ese pasadizo. Ese pasadizo, esa puerta trasera es la backdoor. Y las acusaciones de espionaje de EEUU hacia el gigante tecnológico chino Huawei tienen mucho que ver con esos pasadizos de acceso a la red.

Sánchez a la contra

El contrato adjudicado por el Ministerio del Interior español a Huawei que ha hecho saltar las alarmas está valorado en 12,3 millones de euros y contempla el suministro de servidores Huawei para el sistema SITEL, la plataforma utilizada por las fuerzas de seguridad españolas para intervenir comunicaciones con autorización judicial. Pese a las advertencias de sus aliados, España mantiene su relación tecnológica con la compañía china y ahora lo hace pese al aviso de EEUU.

Estados Unidos ya ha prohibido el uso de Huawei en redes 5G y sistemas críticos, al igual que países como Reino Unido, Alemania, Francia o Suecia. En cambio, el Gobierno de Sánchez ha seguido confiando en esta empresa incluso para tareas altamente sensibles como la custodia de escuchas judiciales, desoyendo las recomendaciones de seguridad de la OTAN y la Unión Europea.

Y todo ello en un entorno en el que no dejan de llegar evidencias de la conexión de José Luis Rodríguez Zapatero con los intereses de Huawei. Y es que no solamente él habría intervenido para aumentar los contactos de Huawei en España y mantener a la tecnológica como proveedor de la infraestructura de almacenamiento de escuchas telefónicas para la Policía Nacional y el CNI. Es que, además, el que fuera su responsable de Seguridad en Moncloa, Segundo Martínez —ahora en Huawei— también habría influido.

Lo cierto es que una compañía que ha recibido innumerables vetos nacionales en la UE y EEUU por su procedencia y control por parte del Gobierno chino, ha conseguido implantarse en España nada menos que en el sistema de escuchas de la Policía española. Y lo ha hecho con apoyo directo de Zapatero y de una de las personas de su órbita de confianza, implantada tal cual en la propia Huawei.

Así, el expresidente del Gobierno ha conseguido tejer una red de influencias para que la compañía china mantenga el contrato de la Policía para almacenar comunicaciones sensibles. Y ahora se descubre que una segunda figura ha ejercido en España una notable influencia. Y lo ha hecho por su evidente conexión con José Luis Rodríguez Zapatero. Así, la presión habría contado con el antiguo jefe de seguridad en la Moncloa en época de Zapatero, Segundo Martínez, que habría resultado clave en las gestiones internas para mantener el citado contrato de alto riesgo estratégico con la Policía.