
El mutismo se ha adueñado de La Moncloa, convertida en fortaleza cerrada por vacaciones mientras el país asiste al primer aniversario de la segunda fuga de Carles Puigdemont. Para el Partido Popular, no hay duda de que su entrada y salida del país sin consecuencias fue resultado de un pacto previo con el Gobierno de Pedro Sánchez.
"El sanchismo se sostiene sobre cuatro tipos de socios", ha denunciado el vicesecretario de Coordinación Autonómica y Local, Elías Bendodo. "Los que no pueden entrar en España, como Puigdemont; los que no pueden salir porque están siendo investigados por la justicia, como los del llamado clan del Peugeot; los que no pueden salir de Soto del Real, en referencia a Santos Cerdán; y los que prefieren mirar hacia otro lado para no perder el sillón, como Podemos". Una crítica a un socio de investidura de Pedro Sánchez que llega tras el rifirrafe entre el secretario general del PP, Miguel Tellado, y el portavoz del PNV, Aitor Esteban.
Para el Partido Popular, el presidente del Gobierno permanece "bunkerizado" en la residencia oficial de La Mareta, donde ha recibido a Salvador Illa y a José Luis Rodríguez Zapatero en plena parálisis institucional. Un encuentro que, a juicio del PP, no augura nada positivo para el país. "La cumbre de La Mareta, hay que echarse a temblar. ¿Qué irán a pactar en Lanzarote? Nada bueno para España y si algo bueno para los que quieren romper España y para quienes quieren estar quince minutos más en el sillón de La Moncloa".
El vicesecretario de Educación e Igualdad, Jaime de los Santos, ha calificado de "poco demócrata" al presidente catalán, Salvador Illa, por "sumarse" a los discursos del separatismo. Desde el Partido Popular denuncian que el Gobierno de Pedro Sánchez ha adoptado esta postura por mera conveniencia política. Lamentan que Sánchez haya convertido el sistema de financiación autonómica en una "subasta" y un "atraco institucionalizado" destinado únicamente a contentar a sus socios independentistas.

