La polémica por estos negocios ha crecido a raíz de la intervención de Alberto Núñez Feijóo y de la aparición de una serie de testimonios que han corroborado no sólo que habría prostíbulos, además de saunas gais, sino que en la saunas había prostitución y que Begoña Gómez tenía un papel activo en el negocio en la parte de gerencia e incluso pago.
"Begoña iba por las saunas a hacer caja y de la recaudación que se había hecho la noche anterior dejaba preparado para, al día siguiente, pagar a las chicas en un sobre", ha desvelado recientemente en el programa El análisis: Diario de la Noche de Telemadrid uno de los responsables de seguridad de la Sauna Adán, que, además, ha insistido en que, por aquella época, Sánchez ya era su pareja.
A todo ello se le suma los cuatro delitos ya investigados por la Justicia: corrupción en los negocios, intrusismo, apropiación indebida y tráfico de influencias.

