
El Gobierno de Pedro Sánchez ha cerrado un acuerdo con Alemania para abrir un diálogo bilateral sobre la oficialidad del catalán en la Unión Europea justo en la misma semana en la que Junts ha elevado la presión sobre el Ejecutivo. Los de Carles Puigdemont han amenazado con romper relaciones con el PSOE y han anunciado una consulta interna a su militancia para decidir si continúan apoyando al presidente.
El expresident catalán fugado tiene previsto reunir el próximo lunes en Perpiñán (Francia) a la ejecutiva de su partido, después de que la portavoz de Junts en el Congreso, Míriam Nogueras, advirtiera que "hay que empezar a hablar de la hora del cambio".
De este modo, Sánchez responde al órdago de Junts a través de un comunicado conjunto de España y Alemania en el que se anuncia el acuerdo de ambos países de abrir un diálogo bilateral para abordar la oficialidad del catalán en la UE, uno de los acuerdos entre el PSOE y Junts para la investidura de Sánchez.
Comunicado conjunto de España y Alemania
"Nuestros dos gobiernos han acordado hoy abrir un diálogo con el objetivo de encontrar una respuesta a la solicitud española de que sus lenguas cooficiales distintas al español sean reconocidas como oficiales en la UE de forma que sea aceptable para todos los estados miembros".
"La incorporación de dichas lenguas constituye una parte esencial de la identidad nacional plurilingüe de España", continúa el comunicado. "Por ello hemos decidido conjuntamente iniciar conversaciones bilaterales a partir de las cuales España presentará un texto para debate y decisión de los 27 estados miembros en una futura reunión del Consejo de Asuntos Generales", añade.
Este diálogo comenzará "a la mayor brevedad" y estará a cargo de los respectivos ministerios de Asuntos Exteriores, precisa el comunicado conjunto con el Gobierno de Friedrich Merz.
Desde Moncloa, han reivindicado tras el anuncio que "el Gobierno no ha dejado de mostrar su determinación para avanzar hacia la oficialidad del catalán, el euskera y el gallego". "El de hoy es un paso importante para hacerlo posible", han subrayado fuentes gubernamentales.
Alemania, al frente de los reticentes
El Gobierno de Sánchez ha fracasado siete veces en su intento de poner el tema sobre la mesa de la UE para cumplir sus acuerdos con los de Puigdemont. Y, de hecho, hasta ahora, Alemania había encabezado el bloque de países más reticentes a aceptar la inclusión del catalán, el euskera y el gallego como lenguas oficiales en la UE, una decisión que requiere unanimidad entre los 27 Estados miembros.
Durante el último Consejo de Asuntos Generales, celebrado el 18 de julio, el secretario de Estado para la UE, Fernando Sampedro, defendió la propuesta española frente al ministro alemán para Asuntos Europeos, Gunther Krichbaum, en un debate "tenso por momentos", según fuentes diplomáticas. Berlín consideró entonces que la medida requeriría una reforma de los Tratados europeos para garantizar su base legal, además de advertir del coste económico que implicaría y que el Ejecutivo de Sánchez se ha ofrecido a sufragar con el dinero de todos los españoles.
Merz ya propuso una solución
El asunto de la oficialidad del catalán ya se abordó durante la visita oficial que el canciller alemán, el conservador Friedrich Merz, realizó a La Moncloa el pasado mes de septiembre. En aquella ocasión, Sánchez le pidió apoyo y Merz se mostró comprensivo, aunque advirtió de que "habría que ver" cómo se resolvía la cuestión.
El líder alemán sugirió incluso una posible solución a medio plazo basada en la inteligencia artificial. "Creo que a medio plazo podría haber una muy buena solución porque gracias a la inteligencia artificial ya no necesitaremos a intérpretes. Vamos a poder entender y poder hablar en todos los idiomas de la Unión Europea, aunque todavía pasará un poco de tiempo", sostuvo Merz.
