Siempre que se proponer medidas para fomentar el empleo se pone el tope de 30 años, entiendo que el paro de los jovenes es un problema pero... (+)

es ahora parte de un problema.

Trabajar a partir de los 52 años es un privilegio.

A partir de los 55 el privilegio cada vez coincide más con la casualidad y de los sesenta para arriba casi un anacronismo.

Señalar un culpable es dificil.

Acabadas las reconversiones industriales en 1989, que permitían una jubilación de facto a lpartir de los 52 años, a base de mantener las cotizaciones hasta la jubilacón definitiva y el cobro de una cantidad idéntica o superior a lo que se pecibia trabajando, hasta la jubilación, a traves de convenos en los que era participe la empresa y las diferentes administraciones, se paso a las prejubilaciones.

Parecido, pero sin cobertura legal, pero con consentimiento administrativo, repartir la indemnización en el tiempo necesario hasta llegar a la jubilación, y apurar al máximo paro y ayudas, que es otra forma de cargar estas prejubilaciones en una gran parte al Estado.

Eso se ha estado haciendo, incluso en las épocas de bonanza pasada, en la banca, en las empresas que venían de los monopolios estatales y las empresas que lo han podido afrontar y para las que lo entendian como una inversión.

Esto ha creado un sentimiento de que si se pierde el trabajo pasada esa edad, ya se de por finiquitada la vida laboral e incluso en tros séctores y empresas sin solvencia económica, los trabajadores de esas edades que se quedan sin trabajo, aunque sea perdiendo algo o bastante, den por finalizada suvida laboral, especialmente en esto momentos de crisis.

Esta claro que eso no ha servido para fomentar el empleo, entre los jovenes, basta mirar las estadíscas.

Pero, también es cierto que en los que tienen esa edad y les toca, su principal preocupación sea no encontrar otra actividad, si no una fórmula que les permita la subsistencia hasta asegurarse una pensión.

La realidad es como es. Y es comprensible que con el deterioro actual y con la práctica llevada a cabo durante años por parte de numerosos séctores haya calado.

Que es un desperdicio de vida laboral y en muchos casos la lapidación de mucha formación a distintos niveles y de una enorme capacidad de trabajo, tampoc me caben dudas.

Pero es lo que hay, como se dice hoy en día de forma habitual.

Un saludo

A mi esto de las parcelitas me chrirría ( discriminación "positiva", "jóvenes", bizcos, etc), pero no tiene en sí mismo por que ser un absoluto desastre en teoría. En la práctica, con la Casta, siempre.

No hay que olvidar lo siguiente:
- Si alguien que fabrica ruedas , tornillos o supositorios obtiene más beneficios por pintar de verde sus instalaciones ( que subvenciona el gobierno por que la asociación pirados de Gaia dice que limita el efecto invernadero, por ejemplo) que por sacar buenos productos al mercado.... orientará más esfuerzos a pintar de verde las cosas que a su producto.
- Si alguien que vende marionetas, triciclos con sidecar o lo que sea recibe subvenciones por contratar a jóvenes de 23 años con el pelo castaño y formarles con cursos de origami.... su selección de personal no irá orientada a los objetivos naturales de su empresa si no a la fuente segura de ingresos que es contratar a jóvenes de 23 años de pelo castaño y formarles con cursos de origami.
- Si una empresa energética, y más si es seudoempresa con media casta política en los consejos de administración recibe subvenciones en concepto de I+D , pero para postre falseado y siendo válido plantar con prototipos carísimos media España .... se preocupara más de plantar en la estepa ibérica dichos prototipos en cantidad suficiente, y menos en que avance su investigación. Mas que nada por que ya obtiene más beneficio vía subvención por su número , que por su eficacia real.

Si se quiere ayudar a la contratación de jóvenes, viejos o bizcos.... en vez de gastar dinero público en paquetes y parcelas de discriminación "positiva" ( la discriminación nunca es positiva, la discriminación es discriminación), es preferible que el Estado no ingrese esos impuestos y que la empresa pueda ser viable, expandirse y contratar con más facilidad y en mejores condiciones al no estar tan asfixiada por los impuestos.

Si la empresa no está asfixiada por los impuestos, ya se preocupara de que lo poco o mucho que dedique a I+d se oriente de la forma más eficaz posible y no estén desvirtuados sus objetivos por el "premio" de la subvención, si no por el premio del éxito de sus productos.

etc...

Un saludo