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En el interior de una forja tradicional de espadas de Toledo

Antonio Arellano es el último maestro espadero toledano en activo. En su taller trabaja, junto a su hijo Tony Arellano, de igual forma que se hacía en la Edad Media. Así se forjan las espadas más legendarias. 

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En la forja de Artesanía Tradicional Toledana trabajan con carbón mineral, de hulla, que no tiene nada que ver con el carbón vegetal que se utiliza normalmente para las barbacoas. "Este tipo de carbón coge más temperatura, entre 800 y 1200 grados", detalla Tony.

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El yunque y el martillo, preparados para el trabajo.

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Tony Arellano, espadero toledano, en su lugar de trabajo.

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El golpeo del hierro a 1000 grados de temperatura.

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"Se calienta el acero hasta que coge temperatura y eso lo sabemos por el color del acero y cuando va cambiando de color es el momento óptimo en el que pasamos al yunque y al martillo".

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El horno de gas, que puede producir aún más temperatura que el de carbón.

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El templado se hace enfriando drásticamente el material de 1000 grados a 100 grados aproximadamente, templando tanto en aceite como con agua.

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Durante el templado las espadas arden literalmente durante unos segundos por el cambio tan drástico de temperatura.

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Durante el templado las espadas arden literalmente durante unos segundos por el cambio tan drástico de temperatura.

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Durante el templado las espadas arden literalmente durante unos segundos por el cambio tan drástico de temperatura.

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Posteriormente, en el proceso llamado acicalado la hoja se limpia y se pule para quitar las impurezas. El paso final es el montaje y el grabado al ácido sobre la hoja, un oficio que está prácticamente extinguido.

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En el interior de una forja tradicional de espadas de Toledo.

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El paso final es el montaje y el grabado al ácido sobre la hoja, un oficio que está prácticamente extinguido. En la foto, Antonio Arellano, maestro espadero toledano.

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Algunas empuñaduras y piezas sueltas antes de ser colocadas en las espadas.

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Tony Arellano prepara el trabajo de acabado de una de sus espadas.

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La Tizona del Cid es la espada nacional más solicitada y más conocida. "Me gusta decir que hay espadas que han marcado a personajes históricos", la espada de Hernán Cortés, Pizarro, Alfonso X, Carlos V, la espada que utilizaban los Tercios españoles, muy novedosa en su momento, también es de las más solicitadas.

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Para poder realizar una réplica de estas espadas históricas Tony Arellano recurre a la Real Fábrica de Armas de Toledo y a su fondo documental.

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Antonio Arellano y Tony Arellano, en su taller, posando con la réplica de la espada de San Pablo.

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